Tenía tan solo nueve meses de haber llegado al llamado “país de las oportunidades”. Quería regresar con dinero para echar a andar “un negocito”, pero todo quedó en el camino.
La familia de Francisco Cordonero Niño dice que de haber sabido que su pariente llegaría a ese país para fallecer nueve meses después, se habrían opuesto a los sueños que él mismo había “tejido” para su beneficio y el de sus familiares.
En octubre de este año, Cordonero Niño, se sumó a la lista de decenas de migrantes nicaragüenses fallecidos en Estados Unidos él, producto de un infarto fulminante. El hombre de 35 años de edad, falleció el 1 de octubre pasado.
El nicaragüense era originario de Río San Juan, y la muerte lo sorprendió en el apartamento que alquilaba en la ciudad de Baton Rouge, del Estado de Louisiana, Estados Unidos.
Cordonero el migrante que soñaba “con un negocito”
Antes de viajar habitaba en ciudad Sandino, Managua, con su mamá de 60 años, pero desde muy pequeño había crecido en el barrio La Puebla de la ciudad de Rivas, según un familiar. Cordonero Niño, había presentado antes problemas cardíacos, pero nunca pensaron que era grave.
El largo camino que recorrió Francisco Cordonero fue de un mes, para luego entregarse a migración de ese país. El hombre era padre de una niña de 10 y una de 12 años y según sus familiares, aspiraba a trabajar para regresar y “poner un negocito” para sobrevivir junto a su esposa y sus hijas.
Los restos del compatriota volvieron al país el 20 de octubre, tras vencer la familia la odisea de la repatriación. Varios vecinos y amigos los apoyaron para recaudar fondos y recoger el dinero para asumir los costos.
Francisco Cordonero Niño fue sepultado en Ciudad Sandino. “Así lo hubiese querido él”, dijeron sus familiares.