Exmilitantes señalan que este aniversario de la revolución, es uno de los peores que han vivido. “No hay mística, ni convicción”, aseguran. Recuerdan cuando iban a la plaza por voluntad propia y no obligados.
Por: Intertextual/ Voces en Libertad/ contacto@intertextualcr.com
Hubo un tiempo en el que el Frente Sandinista de Liberación Nacional, FSLN, no tenía que amenazar a sus afiliados para que asistieran a las marchas, concentraciones y mítines para celebrar el 19 de julio. Una matagalpina extrabajadora del Estado, lo recuerda como un día que todo el mundo celebraba.
“Ahora es una fiesta de pocos”, dice. Agrega que antes de abril del 2018, “se miraba gente por todas partes de Matagalpa celebrando cosas de su partido, pero ahora son unos cuantos gatos los que pegan cuatro gritos en la calle y hacen bulla desde sus vehículos”, expresó.
Recordó que antes, asistían a las marchas de los 19 de julio por convicción, con la certeza de que celebraban el fin de una tiranía. “Ahora me cuentan que los obligan a aportar económicamente al partido, los obligan a usar pañoleta, camisetas, bandera y bajo amenazas o intimidación les exigen hacer acto de presencia en las marchas o las caravanas del 19 de julio o en el día que se les ocurre exigir que hagan bulla”, apuntó. “¿Por qué lo hacen?¿Por qué necesitan obligar a la gente?”, se preguntó.
Dejó de representar algo
Asegura esta matagalpina que ya tiene más de 10 años de trabajar por su cuenta, y que se alejó de las actividades del partido sandinista porque dejó de creer en el, dejó de sentirse representada. “A mi me gusta hacer las cosas porque creo en ellas, no porque alguien me obligue o peor que me amenace, no, eso querían hacer conmigo y yo dije me voy y me fui”, relató.
Contó que ella se sintió sandinista hasta 2013, porque la respetaban, pero después todo comenzó a ser obligatorio. “Ahora a algunos excompañeros los llegan a buscar a sus casas para ir a las tales dianas, que necesitamos que llegue con el vehículo para atraer a la gente para la caravana. Ahora los tienen con el alma en un hilo a los pobres trabajadores, que si no obedecen, los corren o los meten al Chipote, eso no debe ser así”, criticó.
Esta situación es la que están viviendo la mayoría de funcionarios públicos, pero cree que hay otra gran parte que siguen convencidos de que el orteguismo hace las cosas por el bien del partido. “El problema es que el partido es una familia, una familia que vive en Managua, en El Carmen”, aseguró otro exmilitante.
“Muchas cosas ya no son como antes. No hay mística, no hay principios, los que andan ahí es gente que nada sabe y los otros amenazados con desempleo, cárcel, muerte o destierro. Si no es por la fuerza, los sandinistas ya no estarían en el poder”, señala.
“Días para tomar licor”
En Matagalpa, la casa departamental del partido se vio llena de gente el 18 de junio en la llamada vigilia con música testimonial, pero no es más que una noche para el consumo de bebidas alcohólicas, bulla y desorden, incluso en presencia de la policía. “Son días para tomar licor, es que lo que hacen”, señala un exmilitante que también ha dimitido del partido.
Al amanecer de este miércoles, las caravanas bloquearon las calles. En Matagalpa las calles lucieron vacías, la mayor parte del comercio se mantuvo cerrado, pocos vendedores ambulantes, uno que otro transeúnte. Una reducida cantidad de vehículos portaron banderas y distintivos de la dictadura. El resto de los matagalpinos, mostró su indiferencia al motivo del día festivo.