Oscar René Vargas. “La salida de Ortega de la OEA, no es ninguna movida política positiva, porque no gana nada.”
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El gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo, a través de una carta enviada a Luis Almagro Secretario General de la Organización de Estados Americanos OEA, este viernes 19 de noviembre, informaron su decisión de retirarse de ese organismo.
El canciller de Nicaragua Denis Moncada a través de medios propagandísticos anunció «Estamos renunciando y desvinculándonos de la OEA».
https://soundcloud.com/ferrum-cm/oea-inter?si=809246ced8f643f19d99facae97c0575
El pronunciamiento del Gobierno Ortega Murillo leído a través del canciller desglosa que por las reiteradas acciones de la OEA en los asuntos internos del Estado de Nicaragua, concluyen:
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El Acuerdo número 126 de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia pronunciamiento y adhesión del Consejo Supremo Electoral del 18 de noviembre del 2021, instando al presidente de la República en su condición de jefe de Estado y jefe de gobierno a que denuncia la Carta de la Organización de los Estados Americanos, siguiendo el mecanismo estipulado en el artículo 143 de dicho instrumento, asimismo conforme el artículo 129 de la Constitución política de Nicaragua que dispone que los poderes legislativo ejecutivo judicial y electoral son independientes entre sí y se coordinan armónicamente entre sí, subordinado únicamente a los intereses supremos de la Nación y a lo establecido en la Constitución. En mi condición de Ministro de Relaciones Exteriores, instruido por el Presidente Constitucional de la República de Nicaragua Comandante Daniel Ortega Saavedra y conforme el artículo 67 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados le digo a usted para notificarle, oficialmente, nuestra indeclinable decisión de denunciar la Carta de la Organización de los Estados Americanos, OEA, conforme a su artículo 143, que da inicio al retiro definitivo.
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Moncada advierte “Nicaragua se retira de la OEA porque es soberana y no es colonia de ninguna potencia”. Cabe puntualizar que la decisión de renunciar a la OEA llega después de que esta organización internacional catalogara como “ilegítimas” las elecciones del pasado 7 de noviembre,donde Daniel Ortega fue reelecto.En su asamblea general, los países de la Organización de los Estados Americanos adoptaron una resolución que critica la votación del 7 de noviembre y la victoria de Daniel Ortega. La OEA afirmó que las elecciones «no fueron libres, justas ni transparentes y carecen de legitimidad democrática», y que una «evaluación colectiva inmediata» de la situación en el país será realizada a finales del mes de noviembre.
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La reelección de Daniel Ortega para un quinto mandato en Nicaragua fue oficialmente condenada por la OEA, y sus 34 miembros. Durante su 51 asamblea general, que tuvo lugar virtualmente, el órgano regional votó una resolución sobre “La situación en Nicaragua”, aprobada con 25 votos a favor.
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Por su parte el gobierno Ortega Murillo acusa a la OEA de injerencismo y amenazas y de haber transgredido también su propia Carta. “La Organización de los Estados Americanos ha sido diseñada como un foro político y diplomático que nació por influencia de los EE.UU. como instrumento de injerencia e intervención y su actuar contra Nicaragua” También añade que la organización “funciona permanentemente en Washington como misión facilitar la hegemonía de los Estados Unidos con su intervencionismo sobre los países de América Latina y el Caribe lo que para Nicaragua, es inaceptable, lo rechazamos y lo condenamos”.
El mismo Daniel Ortega, cuando se oficializó su reelección el 08 de noviembre dijo “Nicaragua es una amenaza para la seguridad de los Estados Unidos simplemente para tener herramientas y estar hostigando, aplicando eso que llaman sanciones que no son más que agresiones”,afirmó.
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Moncada, por su parte señaló “La Organización de Estados Americanos, de los Estados Unidos de Norteamérica y de otras entidades colonialistas y neocolonialistas que a estas alturas de la vida, creen tener el poder de avasallar y humillar a nuestro pueblo y gobierno”.
Según el Gobierno de Ortega la renuncia a la OEA y la supuesta denuncia que señalan es para “ que cesen sus efectos internacionales nocivos contra Nicaragua.” El canciller utilizó el artículo 1 de la de nuestra Constitución Política el cual declara “ se establece la independencia, la soberanía y la autodeterminación nacional son derechos irrenunciables del pueblo y fundamentos de la Nación nicaragüense.”
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Oscar René Vargas, sociólogo, economista, historiador y analista político, señala que la salida de Ortega de la OEA, “no es ninguna movida política positiva, porque no gana nada”. El analista político, destaca que Ortega y Murillo no cambian la correlación de fuerzas a su favor sino que más bien acentúan su aislamiento.
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Las consecuencias de que Nicaragua no esté en la OEA podría ser según Vargas: 1- Mayor aislamiento, 2-Se abre la posibilidad de que el régimen de Ortega tenga limitaciones en conseguir préstamos internacionales y 3- La crisis política de Nicaragua continúa.
Pablo Abrao ex secretario de La Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH, jurista defensor de derechos humanos, valora que “pueda ser que la OEA no reconozca esa decisión del gobierno de retirarse de la organizaciones por no reconocer la legitimidad del gobierno, es un escenario muy complejo advierte, el defensor.
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Según destaca Abrao hay efectos jurídicos en esa decisión política “ sobre los compromisos que ya están pendientes sobre el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, todos los casos que se están tramitando El estado tiene la obligación de tener respuesta para todos los casos que ya se instalaron antes de su salida”
Abrao puntualiza “que el único perdedor siempre es el pueblo en ese juego arbitrario de un gobierno ilegítimo.
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Para que Daniel Ortega y Rosario Murillo quieran sacar a Nicaragua de la OEA tomará dos años, durante ese proceso según Abrao la decisión de salir “no suspenderá la continuidad de la tramitación de la carta democrática.” Hay discusiones que van a iniciar. La tarea de las organizaciones defensoras de derechos humanos es mantener la agenda de observación a Nicaragua de manera prioritaria y permanente, insiste el jurista.
Oscar René concluye que la decisión del gobierno de Daniel Ortega, “muestra que no tiene la voluntad política de resolver la crisis y pone en riesgo la posibilidad de obtener préstamos internacionales”.
