En diciembre de 2024, la inflación interanual en Nicaragua se sitúo en 2.84 %, una disminución notable en comparación con el 5.60 % del año anterior. Sin embargo, el impacto de los precios sigue siendo un desafío para miles de familias, especialmente en alimentos y bebidas, que registraron un aumento mensual del 1.24%, según el Instituto Nacional de Información de desarrollo (INIDE).
En noviembre de 2024, el valor de la canasta básica alcanzó los 19,992.81, casi 2.3 veces el salario mínimo promedio. Este aumento refleja una presión constante sobre los ingresos familiares, que se ven cada vez insuficiente para cubrir las necesidades esenciales.
Jaime, un joven de 23 años que estudia ingeniería en una universidad pública compartió con Intertextual la situación que vive. “Tengo que buscar trabajos informales para ayudar en mi casa y ayudarme en gastos de la universidad que siempre los hay, aunque estudie en universidad pública” comentó añadiendo “Mis padres apenas pueden con la canasta básica. A veces no sé si termine la carrera porque todo sube menos los ingresos”, dijo el joven visibilizando el impacto de esta crisis en los jóvenes que intentan salir adelante en Nicaragua.
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ToggleMejora el empleo, pero persisten desafíos
A pesar de este panorama, el INIDE también reportó mejoras en los indicadores laborales. La Encuesta de Empleo Mensual correspondiente a noviembre de 2024 muestra un aumento en la tasa neta de ocupación nacional al 97.4% en incremento interanuales de 1.2 puntos porcentuales. Por otro lado, la tasa de desempleo abierto disminuyó a 2.6%, lo que indica una mejora en las condiciones laborales en comparación con el año anterior.
Sin embargo, la tasa de subempleo, que alcanzó el 38.4%, refleja que una parte considerable de la población sigue sin acceder a empleos de calidad. Además, muchos trabajadores consideran insuficiente los aumentos frente al creciente costo de la vida.
Marlene dependiente de un tienda y madre de dos niños de edad escolar, expresó su preocupación por la situación económica. “Aunque ahora siento que hay opciones de trabajo, los salarios no alcanzan. Yo trabajo en una tienda y gano 6,000 córdobas al mes, pero casi todo se va en comida; compró los alimentos básicos no hay para carne, aun así, no queda para otras necesidades como medicinas o la escuela de los niños. Es desesperante” comentó.
Lo que evidencia Marlene en su testimonio son las dificultades de muchas familias nicaragüenses que enfrentan el doble desafío de acceder a empleos mejor remunerados y afrontar el aumento constante en el costo de los bienes esenciales.
Reacciones oficiales y críticas
El gobierno, a través de Ministerio del Trabajo, calificó el reciente incrementó salarial como un avance “Este esfuerzo busca garantizar un salario digno y contribuir a la restitución de derechos de los trabajadores” señaló un comunicado oficial.
Sin embargo, los datos económicos y las opiniones de la ciudadanía demuestran que los esfuerzos no han sido suficientes para contrarrestar la pérdida del poder adquisitivo.
Mientras las cifras de empleo presentan avances, el reto sigue siendo cómo traducir estos logros en una mejora real de las condiciones de vida. La disparidad entre los ingresos y el costo de la canasta básica continúa siendo de las mayores preocupaciones para las y los nicaragüenses .