Hablar de las afectaciones de la insuficiencia renal crónica a nivel nacional implica números; pero hablar de las afectaciones en la comunidad, es hacer un recuento de dolor para las familias.
Por: Intertextual/ Voces en Libertad/ contacto@intertextualcr.com
Heyner Antonio Bustamante de 21 años, se encontraba en la universidad cuando por primera vez sospechó que algo no andaba bien con su salud, era un enemigo silencioso insuficiencia renal crónica. Repentinamente empezó a vomitar y palideció. Sus amigos se asustaron y le recomendaron ir al médico. “Tenés que ir a revisarte”, le dijeron y así lo hizo.
“Según el doctor yo llevaba años con Insuficiencia Renal Crónica, pero yo me sentía bien. Me hicieron un ultrasonido, la prueba de la creatinina que me salió en 17 y los riñones demostraban un retroceso en su tamaño y entonces era urgente la hemodiálisis”, relató Bustamante.
Heyner Bustamante es parte de una familia humilde. Habita en el municipio El Viejo, departamento de Chinandega. Su diagnóstico llegó lamentablemente, junto a su plaza de maestro de inglés. Como joven recién graduado buscaba oportunidades de trabajo. Actualmente lucha por su vida, pero está firme en no abandonar las aulas.
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“Al principio pues como no conocía la enfermedad no me alarmé, pero cuando me explicaron de qué trataba fue un gran golpe en mi vida pensar que ya no iba a vivir igual, ni a jugar los mismos deportes, no iba a volver a comer o beber lo que me gustaba”, contó el joven.
Este tipo de enfermedad en los riñones, también llamada Insuficiencia Renal Crónica, IRC, es la pérdida gradual de la función renal. “Los riñones filtran los desechos y el exceso de líquidos de la sangre, que luego son excretados en la orina. Cuando la enfermedad renal crónica alcanza una etapa avanzada, niveles peligrosos de líquidos, electrolitos y desechos pueden acumularse en el cuerpo”, explica el sitio de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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ToggleLa insuficiencia renal crónica en Managua y Chinandega
Hablar de sus afectaciones a nivel nacional implica números, pero hablar de las afectaciones en la comunidad, es hacer un recuento de dolor para las familias.
El Ministerio de Salud MINSA, confirma que la ciudad de Managua tiene el mayor número de casos de Insuficiencia Renal Crónica, el 31,3% equivalentes a 390 mil personas del total de sus 1,6 millones de habitantes, según cifras del 2021.
Cifras de la entidad sanitaria revelan que Chinandega es el segundo departamento más afectado por IRC. El último censo de salud del 2021, marcó más de 5 mil nuevos casos, representando un incremento del 4% equivalentes a 226 casos en comparación a 2020. En el caso de las muertes, el MINSA certifica que hay un aumento del 15% al contabilizar 429 decesos en 2021, y 365 en 2020.
En la década del 2000, cuando los reportes periodísticos hablaban de la IRC lo hacían en torno a los trabajadores de plantíos de caña. El padecimiento lo vinculan a la deshidratación, las extenuantes jornadas bajo sol o los químicos utilizados en los cultivos. Nada de eso fue comprobado científicamente.
La realidad actual es que los pacientes renales se han multiplicado y apenas alcanzan en las unidades de salud. No solo son cañeros, también son maestros como el caso de Heyner, ingenieros, abogados, obreros, jóvenes o adultos, los casos solo se multiplican.
Salas de hospitales rebasadas de personas insuficiencia renal crónica
En el hospital “Mauricio Abdalah” los pacientes con terapia renal entran en grupo. Heyner recuerda que cuando llegó a su hemodiálisis, 10 meses atrás, era el más joven, pero dos meses después apareció otro compañero de la misma edad.
“Ya después nos juntábamos y puedo decir que somos amigos. Ahora me ha sorprendido porque al principio en mi turno ha habido un incremento sorprendente, incluso abrieron un tercer turno ya no solo es en la mañana y en la tarde, sino que también hay por la noche. Al principio solo en mi turno por la tarde éramos cuatro. Ahora somos 22 y hay gente que ha muerto, aunque una máquina de hemodiálisis quede disponible, a la mañana siguiente ya hay alguien que ocupe esa máquina”, relata el joven docente.
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“Yo veo hombres y mujeres en la misma cantidad. A veces me encuentro en hemodiálisis a hombres de 40, señores de 60 o 50. He oído de un muchacho de 18 en otro turno y un niño de 12 años, a ellos no los conozco.
En el 2022, el infarto agudo al miocardio fue la principal causa de defunción, seguido por el cáncer o tumores malignos, la diabetes y luego llega la enfermedad renal crónica. “La esperanza de vida de estos pacientes es baja, pero en las unidades de salud nos encontramos con pacientes optimistas”, indica un nefrólogo que prefiere no identificarse.
“Cuando me diagnosticaron insuficiencia renal crónica y me dijeron que la única solución era hemodiálisis y un trasplante de riñón, pero que los trasplantes de riñón eran fuera del país y que por eso tenía que hacerme la hemodiálisis, para mí fue muy duro, me deprimí mucho y más porque había metido solicitud de empleo y no me llamaban y en mi mente pensaba que nunca iba a trabajar”, expresó Heyner.
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Sin embargo, no se dio por vencido y buscó soluciones en donde se puede realizar trasplantes renales, obteniendo así información y descubriendo que en el hospital Militar realiza esa operación, pero que tiene un costo de 25,000 dólares.
Para dicha operación, él nos expresó que el donante debe ser un familiar. Heyner, tiene planeado que ya sea su mamá o sus dos días pueden hacerlo. Además, para recaudar el dinero, han realizado hablatones y de igual forma en las escuelas han pedido colaboraciones de parte de estudiantes y maestros en donde actualmente tiene una página digital y expone su situación y recauda dinero.
Heyner y su familia solicitan a la población apoyo económico para recaudar fondos y solventar los gastos. Para apoyar a Heyner y su familia usted puede llamar al número +505 7676 1536. Además, crearon una cuenta en la plataforma de donativos Go Fund Me, la que usted puede visitar y apoyar. https://gofund.me/9100fa4c