“Tuve que exigir mis derechos como ser humano y como persona migrante para hacer valer mi DIMEX provisional y así poder ingresar al proceso de admisión en una universidad”, comentó el joven Kevin Barahona Silva.
El derecho a la educación para jóvenes migrantes, es un derecho fundamental de todos los seres humanos que les permite adquirir conocimientos y alcanzar así una vida social plena. El derecho a la educación es vital para el desarrollo económico, social y cultural de todas las sociedades.
Por motivos políticos Kevin Barahona Silva de 24 años un joven que migró hacia Costa Rica en el 2019 después de haber egresado de la secundaria subiendo a su graduación sin haber recibido su título que le certifica su bachillerato a nivel nacional.
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Barahona asegura que posterior al esfuerzo que realizó para acelerar los trámites y obtener este documento requisito para poder optar a entrar a una universidad, al principio le resultó complicado realizar la homologación de su título para poder optar a estudiar en el país de Costa Rica, ya que muchas veces la condición de migrante vulnera y el deseo de estudiar se transforma más en un privilegio que un derecho.
“Tuve que exigir mis derechos como ser humano y como persona migrante para hacer valer mi DIMEX provisional y así poder ingresar al proceso de admisión en una universidad”.
“una de las preocupaciones que tenemos como jóvenes es pensar que no podemos optar por entrar a las universidades privadas porque nuestras prioridades primarias pueden ser otras como; tengo que trabajar, tengo que comer, debo tener un techo, y si no paso el examen de admisión en las públicas muy difícilmente por mi condición no podría optar a una privada” expresó Barahona analizando su primera situación con el contacto al derecho de la educación en Costa Rica.
“Visibilizo y acuerpo a mis compañeros que han sufrido esta violencia por parte del gobierno de nicaragua al negarles sus derechos a la educación y la libertad de catedra” expresó Barahona un joven que ha logrado reinsertarse en el mundo académico universitario.
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“vivir esa restitución, aunque sea por manos propias es muy satisfactorio, y es también la mejor respuesta ante el intento del régimen Ortega-Murillo por despojarnos de nuestro derecho a la educación, no nos damos por vencidos” dijo José Espinoza estudiante de primer año de la carrera de medicina en la UIA.
Reconocer todo el esfuerzo que realizan los jóvenes migrantes que desean continuar profesionalizando en otro país es de admirar, ya que muchos de ellos no cuentan con familia en el exterior que les ayude a inscribirse y poder pagar una mensualidad. A estas personas jóvenes les ha tocado resolver por ellos mismos e iniciar desde cero su vida, postergando en muchos casos el “privilegio de poder ingresar a una universidad en Costa Rica”.
“Hoy en el día internacional del estudiante celebramos a todos esos jóvenes que trabajan, medio tiempo o jornadas completas para pagar su universidad, a aquellos y aquellas que por ser ejemplares y defensores de derechos humanos se han ganado ese privilegio de estar becados, a aquellos que se desvelan por muchas madrugadas dedicándose el mayor tiempo a sus pasiones, y acuerpo a todos esos que por exigir justicia ante un país que les disparó a sus compañeros de clase, aún desean un mejor futuro, para ellos y para nicaragua” – dijo Una Malcriada, estudiante diseño.