La Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos pidió este viernes al Gobierno de Nicaragua que revise las reformas que el Parlamento, dominado por el partido oficialista, ha aprobado y que otorgan poder prácticamente absoluto al presidente Daniel Ortega y a su esposa,
Rosario Murillo, hasta ahora vicepresidente y que en adelante será «copresidenta».
Estas reformas «ahondarán el retroceso en el área de los derechos políticos y civiles», declaró el portavoz del organismo, Jeremy Laurence, en una rueda de prensa en Ginebra.
Enfatizó que los cambios aprobados a la Constitución causarán una erosión aún mayor de un sistema de controles y equilibro de poderes que ya era sumamente frágil en relación con el Poder Ejecutivo.
El texto legal fue aprobado por unanimidad, sin abstenciones ni votos en contra, por los 91 miembros de la Asamblea Nacional.
La ONU ha señalado que la reforma, junto con leyes aprobadas en los últimos meses de 2024, «refuerzan mecanismos de control y represión», a nivel nacional y transnacional, contra individuos y organizaciones.