La Gran Confederación Opositora de Nicaragua (GCON), junto con las plataformas PUDE y RENACER, emitieron un pronunciamiento, calificando como “La muerte de la República de Nicaragua” a la reciente reforma constitucional aprobada por la Asamblea Nacional bajo el control del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
El comunicado sostiene que esta reforma no es más que “la imposición de una nueva Constitución Política que elimina el Estado de Derecho, anula los derechos fundamentales y consuma la consolidación de un régimen autoritario y totalitario”.
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ToggleImplicaciones de la reforma constitucional en Nicaragua
Según estas organizaciones de oposición, el cambio constitucional no solo formaliza prácticas represivas preexistentes, sino que también profundiza un modelo de Estado “dinástico y represor”.
Entre las implicaciones más graves de esta reforma, destacan la desaparición de la separación de poderes, el control absoluto del sistema electoral y la designación de Rosario Murillo como copresidenta, lo cual, según la declaración “consolida el camino hacia una sucesión dinástica que convierte a Nicaragua en un feudo político”.
La denuncia de este grupo opositor apunta que la nueva constitución institucionalizada es “un modelo de partido único” que elimina las garantías democráticas y legitima la represión a través de medidas.
Medidas represivas
- La creación de “policías voluntarios”, que formalizan la actividad de grupos paramilitares.
- La criminalización de la disidencia bajo el cargo de “traición a la patria”.
- La censura total a medios de comunicación mediante leyes como la ley de ciberdelitos.
- La abolición de derechos fundamentales como la propiedad privada y la prohibición de la tortura.
Ante este panorama, la oposición hace un llamado urgente a la comunidad internacional a implementar sanciones y medidas contundentes contra el régimen, así como a fortalecer los mecanismos de apoyo a las víctimas de la represión. “es crucial denunciar esta violación flagrante de los derechos humanos y exigir restablecimiento del Estado de derechos en Nicaragua”, recalcaron.
El comunicado concluye con un mensaje esperanzador y un llamado a la unidad de las y los nicaragüenses. “La historia ha demostrado que los regímenes autoritarios, por más que se aferren al poder, no pueden sofocar eternamente las ansias de libertad de los pueblos. Hoy, más que nunca, reiteramos nuestra determinación: ¡Nicaragua será libre!”