29 oct (EFE).- Tres activistas lanzaron la tarde de este martes pintura roja sobre las estatuas de presidentes estadounidenses del Paseo de los Presidentes, en la avenida de la Constitución, en el Capitolio de San Juan, como respuesta a los recientes insultos contra la isla caribeña.
«Es un acto de expresión del pueblo puertorriqueño ante la política de odio que se está liderando desde el partido Republicano encabezado por Donald Trump», afirmó Tito Román, uno de los activistas, tras lanzar la pintura y antes de ser arrestado por ello.
Esta acción ocurrió después de que el comediante estadounidense Tony Hinchcliffe calificara a Puerto Rico como «una isla flotante de basura» en un mitin del candidato republicano y expresidente Donald Trump.
Estas estatuas son monumentos erigidos a los presidentes estadounidenses que visitaron la isla caribeña en funciones oficiales.
Del mismo modo, en una muestra de orgullo y resistencia Bad Bunny homenajeó a su isla natal con un vídeo que publicó esta mañana sobre las riquezas naturales y arquitectónicas de Puerto Rico y sus leyendas internacionales en los campos de la política, el deporte y la música.
Asimismo, la clase política de Puerto Rico expresó su rechazo a las palabras del comediante Hinchcliffe y numerosos artistas de renombre han repudiado los insultos, llamando en algunos casos a votar por la vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris.
«Basura es lo que salió de la boca de @TonyHinchcliffe, y todos los que lo aplaudieron deberían sentirse avergonzados por faltarle el respeto a Puerto Rico», sostuvo el gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, en su cuenta de X.
Hinchcliffe tenía previsto viajar a Puerto Rico esta semana y presentarse en Gala, uno de los principales centros turísticos de San Juan, y en Norbertos Piano Bar & Lounge, en la zona exclusiva de Palmas del Mar en Humacao (este), pero las administraciones de ambos lugares cancelaron su acto.
Los habitantes de Puerto Rico, un Estado Libre Asociado a Estados Unidos, no pueden votar entre Trump y Harris en las elecciones del próximo 5 de noviembre, pero sí participan en esos comicios los millones de puertorriqueños que viven en EE.UU.