El Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más ha presentado un impactante informe sobre la tortura, que revela la magnitud de los crímenes de lesa humanidad cometidos contra las personas presas politicas en Nicaragua desde abril de 2018 bajo el regimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Ese documento, basado en 229 testimonios de sobrevivientes y familares de víctimas, ofrece una radiografia de casi siete años de represión sistematica, tortura y desplazamiento forzado en el país centroamericano.
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ToggleTortura y deshumanización: el duro relato de víctima de la represión en Nicaragua
El informe detalla cómo las detenciones arbitrarias en Nicaragua se convirtieron en una práctica recurrente desde el inicio de las protestas. Más de 2000 personas han sido detenidas en este periodo, apunta el informe, la mayoría sin órdenes judiciales y con violencia extrema.
“Mientras tanto mi familia me buscaba en varios lados y hasta los estafaron, les pidieron hasta 4,000 dólares para poder saber donde estaba yo” relató una víctima de desaparición forzada, práctica que el régimen Ortega Murillo utiliza tanto para reprimir como para extorsionar.
Los testimonio de víctimas retrata los horrores que vivieron desde Golpizas, asfixias, choques electricos y violencia sexual, como algunas de las “ 40 formas de tortura documentadas”.
Un hombre víctima de la represión en Nicaragua denunció la forma en que fue torturado. “Me bajaron los pantalones, me pasaron un asador caliente por los testículos, me arrancaron con las manos el pelo”. Otro sobreviviente detalló cómo fue obligado a permanecer desnudo y humillado durante procedimientos de ingreso en los centros de detención.
El Distrito III de Policía en Managua y el Complejo Penitenciario Jorge Navarro enTipitapa son selañados como los principales epicentros de tortura. “Los golpes eran tantos que quedabas convulsionado en el suelo”, expresó otra víctima, añadiendo que las amenazas contra familiares eran frecuentes. “ Nos decían que si no hablamos, nuestras madres, esposas o hijos sufrirían las consecuencias”.
El informe también denuncia una nueva estrategia de represión “ el destierro y la apatridia”.Desde el 2023, muchas personas han sido deportadas de Nicaragua, al menos 135 personas han sido deportadas a Guatemala en 2024, muchas de ellas forzadas a abandonar su patria bajo amenaza armada. Este crimen, señala el documento, ha afectado a más de “803,000 nicaragüenses”, quienes han sido obligados a exiliarse debido a persecuciones, hostigamiento y el cierre de espacios democráticos en el país.
Perspectivas legales internacionales
El abogado Salvador Marenco, del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, señaló que, aunque el informe no constituye una denuncia formal ante la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) es un documento clave para reflexionar sobre posibles rutas legales.
“Queremos dejar claro que este informe no es una denuncia como tal ante la Fiscalía, sino que básicamente un informe de base para seguir reflexionando sobre que Nicaragua, debido a algunos elementos jurisprudenciales por parte de la Corte Penal Internacional, aún no siendo un Estado parte del Estatuto de Roma, podría llegar a verse una posible investigación de Fiscalía”.
Marenco explicó que existen precedentes importantes, como el caso de Bangladesh contra Myanmar, donde el “desplazamiento forzado de al menos 742, 000 rohinyás terminó de materializarse en Bangladesh , un Estado parte del estatuto de Roma, lo que permitió que la CPI declarara su su competencia”.
Otro ejemplo relevante es el caso de Lituania contra Bielorrusia, que aborda el desplazamiento forzado hacia un Estado parte y que, según Marecno , presenta “ criterios fundamentales que pudieran llegar a tener cierta relación con la situación de Nicaragua”.
“El principio de complementariedad es clave” sostuvo el abogado. “ La Corte Internacional no puede actuar de forma supletoria a los órganos internos de un Estado. Sin embargo, cuando un país como Nicaragua no está dispuesto a investigar y se deja en la impunidad crímenes de lesa humanidad, esa subsidiariedad se activa”.
Impacto en la salud mental
La psicóloga Ruth Quiroz, también del colectivo, destacó el impacto psicológico de la violencia y el destierro en las víctimas. “La salud mental es vulnerable también, y situaciones extremas como la violencia brutal que está viviendo Nicaragua en este momento ponen en riesgo absolutamente a cualquier personas.
El destierro, además, representa una herida profunda, especialmente “cuando los países de acogida no tienen las condiciones necesarias para recibir, atender o acompañar a las personas sobrevivientes”.
Quiroz señaló que en países como Costa Rica , un importante destino para las personas exiliadas, “ en lugar de brindarte herramientas para mejorar, recuperarte y sanar, te pone en riesgo”. Desde su perspectiva, el trauma que enfrentan las víctimas es una responsabilidad colectiva. “Creo que en el Colectivo estamos haciendo un esfuerzo muy grande por acompañar a las personas a sanar, a trabajar esta herida tan profunda que representa el trauma. Es una responsabilidad social colectiva, porque mientras el estado no la asuma, debemos hacer lo que podamos para acompañar estos procesos”, añadió la especialista en salud mental.
“Este es un grito de auxilio y un llamado a la memoria” concluyó el informe del Colectivo, que no solo documenta las atrocidades cometidas por el régimen Ortega Murilo, sino que reivindica la dignidad de quienes han resistido todas sus arbitrariedades, donde queda viva la lucha por la justicia, la verdad y la búsqueda de reparación en Nicaragua.