La comunidad LGBTIQ+ en Nicaragua continúa siendo víctima de altos niveles de violencia y discriminación, con especial impacto en las personas transgénero, quienes enfrentan agresiones físicas, verbales y violencia institucional en múltiples espacios.
Esta preocupante situación ha sido documentada por el Observatorio LGBTIQ+ de Nicaragua, que ha registrado 108 casos de violencia en lo que va del 2024, afectando a 89 personas LGBTIQ+ en 15 departamentos del país.
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Entre los tipos de violencia denunciados, la violencia verbal representa el 29.63%, seguida por la violencia física (19.44%), la violencia estatal (25.93%) y la violencia sexual (9.26%). Un dato alarmante es el porcentaje de muertes violentas, que alcanza el 7.41%. Este panorama subraya el constante riesgo al que está expuesta la comunidad LGBTIQ+ en Nicaragua.
Caso Abigail: Mujer Transgénero Asesinada en Camoapa
Uno de los casos más impactantes del informe ocurrió en julio de 2024, cuando Abigail, una mujer transgénero, fue encontrada muerta en Camoapa, Boaco. Su cuerpo presentaba múltiples golpes, y según activistas, el crimen fue presuntamente cometido por su pareja tras una fiesta. Este trágico hecho no recibió la cobertura mediática necesaria, y no se registró ninguna denuncia formal ante la Policía Nacional.
La falta de atención mediática y la inacción de las autoridades ha sido condenada por activistas transgénero, quienes denuncian el silencio institucional y mediático que rodea los casos de violencia contra personas trans. «Nos sentimos indignadas», expresaron activistas de Nueva Segovia, quienes, por temor a represalias, decidieron mantener su identidad en el anonimato.
Violencia en Toda América Latina
La violencia contra la comunidad LGBTIQ+ no es exclusiva de Nicaragua, sino parte de una crisis más amplia en América Latina. Según estadísticas regionales, en promedio cuatro personas LGBTIQ+ son asesinadas diariamente en la región. Muchas de estas muertes no se denuncian ni se registran adecuadamente debido al miedo, la discriminación y la impunidad que prevalece.
Testimonio de Shangela: Activista Transgénero de Bluefields
Shangela Tamira Peer, activista transgénero de Bluefields, compartió su propio testimonio sobre la violencia que ha enfrentado desde su adolescencia. A los 15 años, cuando sus expresiones de género se hicieron más visibles, fue víctima de golpes, burlas, manoseo e incluso intentos de asesinato. Gran parte de esta violencia provenía del rechazo familiar y comunitario. En su comunidad creole, ser una persona transgénero es un tabú. «Nunca le conté a mi madre», recuerda Shangela, quien ocultó su identidad de género durante años debido al miedo y la presión social.
A pesar de haber avanzado en su autoconocimiento, Shangela sigue enfrentando discriminación y violencia. «El cierre de muchas ONG ha aumentado la violación de derechos», afirma, destacando que las personas transgénero en la región de la Costa Caribe enfrentan desafíos adicionales relacionados con factores culturales, religiosos y el consumo de drogas y alcohol. Además, señala que el trabajo sexual y la migración forzada agravan la vulnerabilidad de esta comunidad.
Falta de Políticas Públicas Inclusivas
La carencia de políticas públicas inclusivas sigue siendo uno de los principales problemas que enfrentan las personas LGBTIQ+ en Nicaragua. La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha instado a los Estados de la región a implementar programas de inclusión social que aborden la identidad de género, la orientación sexual, la etnia y la pobreza. Sin embargo, la falta de atención estatal sigue siendo evidente. «Nadie nos entiende», lamenta Shangela, al resaltar la carencia de servicios y protección para la comunidad LGBTIQ+ en Nicaragua.—