A cinco años de su exilio en Costa Rica, hoy Magdiel Galeano cuenta con un emprendimiento que, a su percepción, le ha salvado la vida. “Jeff Creative” basado en la creación de lámparas artesanales y artículos para el hogar, productos amigables con el medio ambiente.
Por: Redacción Intertextual/ contacto@intertextualcr.com
Nacido en la ciudad universitaria, León, Nicaragua, específicamente en el municipio de El Sauce, Magdiel Galeano Gómez es uno de los profesionales exiliados que día a día luchan por salir adelante en Costa Rica y mantener la lucha por los derechos humanos.
Siendo el tercer hijo de cinco y único en haber culminado la universidad, Magdiel se ha dedicado al trabajo desde su juventud, logrando su independencia a los 17 años, cuando salió de León hacia la capital en busca de cumplir sus sueños, paralelamente Galeano ha luchado por la inclusión y el respeto a las personas “sin distingo alguno” desde sus diferentes posiciones en la sociedad.
La lucha por la inclusión y el respeto también lo llevó a ser la piedra en el zapato en los gobiernos municipales de El Sauce, al reclamar que las ayudas en realidad fueran entregadas a las personas que sí lo necesitaban. Poniendo siempre al pueblo de primero y recordándoles a las autoridades la razón por la cual se encontraban en esos puestos.
Dentro de las características de Galeano se encuentra la trasparencia y la honestidad, algo que él menciona como “decir las cosas en la cara” para ser mejor cada día y realmente ser un agente de cambio dentro y fuera del país.
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En la defensa de los derechos humanos, Galeano está involucrado desde el año 2006, cuando se pronunciaba a favor de que las madres solteras tuvieran un hogar digno, logrando hacer eco de esta lucha de las mujeres nicaragüenses, en especial madres solteras, que optaban a programas de viviendas dignas.
El involucrarse en actividades de defensa de derechos humanos conllevó consigo regaños por parte de su familia que no estaban de acuerdo en que su voz fuera distinta a la del partido del Frente Sandinista de Liberación Nacional, siendo ellos una familia leal a su partido.
“Siempre renegué”, Galeano recuerda que nunca le gustó que se le impusiera el pañuelo rojo y negro del FSLN o se le obligara a ir a las marchas y actos políticos, siendo estos acontecimientos uno de esos pillares que construyeron su lealtad a los derechos humanos.
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A pesar de las diferencias políticas existentes entre Galeano y su familia, el respeto hacia su sexualidad siempre ha estado presente. El reconocer este apoyo por parte de su familia, el interés por los DD.HH se acrecienta y llega hasta la lucha por el respeto a las comunidades diversas en Nicaragua, teniendo historias de personas cercanas que al momento de poder confesarle a sus familias sus identidades de género y preferencias fueron echadas a la calle.
También recuerda irse escondido, con gorra y lentes, a las protestas opositoras para poder expresar sus ideas, dentro de las cuales destaca las protestas del año 2011, las huelgas de hambre de la opositora a Daniel Ortega, Dora María Téllez y las protestas frente al Consejo supremo Electoral, siendo el año 2016 en donde renuncia a la militancia que le habían impuesto en el FSLN.
El romper sus relaciones con el FSLN lo llevó a ser objetos de amenazas de violencia física, emocional y sexual y ser calificado como “traidor”, siendo ese año el “inicio de las amenazas fuertes” para Galeano.
Sumarse a las protestas de 2018 fue la causa de su exilio
En el año 2018 y el inicio de las protestas masivas antigubernamentales, fue el momento en donde Magdiel vio que no era el único que sufría la persecución por parte del gobierno, lo que lo impulso a sumarse, junto a sus amigos, a las demandas de justicia, libertad y democracia de la población.
El tres de Julio de 2018, Magdiel Galeano salió de Nicaragua hacia Costa Rica, siendo el miedo su principal sentimiento ante el conocimiento de los diversos retenes de la policía en el camino, siendo la falta de organizaciones que ayudaran a nicaragüenses, uno de los principales retos a las cuales se enfrentó estando en suelo costarricense.
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De dormir en el parque de la merced pasó a reunirse con amigos que también se habían exiliado para poder alquilar un lugar y acuerparse entre todos. Los tiempos en ese momento y los procesos para la solicitud de refugio eran demasiado prolongados, por lo que Galeano comenzó a organizarse para ayudar a las personas que seguirían viniendo, escapando de la violencia del FSLN.
A cinco años de su exilio en Costa Rica, hoy Galeano cuenta con un emprendimiento que, a su percepción, la ha salvado la vida. “Jeff Creative” es un emprendimiento basado en la creación de lámparas artesanales y artículos para el hogar, basados en el reciclaje y el cuido al medio ambiente, lo que le ha ayudado a poder sostenerse en este país, con una casa digna en donde vive con su pareja, quien también es parte del equipo del emprendimiento.
Las amenazas, el exilio, las dificultades económicas y de salud no han sido, para este nicaragüense, una pared la cual no puede derribar, desde joven su pasión y amor hacia las personas y los derechos humanos lo han llevado a ser un referente dentro de la comunidad nicaragüense exiliada en Costa Rica.