Señalan que con la toma por la fuerza de los bienes de esta organización, la dictadura se consolida como el gobierno más hostil contra los defensores de derechos humanos.
Por: Intertextual/ Voces en Libertad/ contacto@intertextualcr.com
Mujeres matagalpinas reaccionaron molestas con la toma policial y paramilitar de las instalaciones del Colectivo de Mujeres 8 de marzo. “Es un robo descarado, una sinverguenzada y abuso contra las mujeres de este país”, dijo una comunitaria al conocer la lamentable noticia.
El asalto ocurrió este fin de semana. Policías y gente de civil del régimen irrumpió en la propiedad de la oenegé, obligó a sus ocupantes a salir del inmueble y se apoderó del mismo con el uso y abuso de la fuerza policial y paramilitar.
El colectivo beneficiaba a mujeres de la zona rural en el municipio de Esquipulas con capacitaciones en derechos humanos, sexuales y reproductivos, reducción de conflictos, e incluso en charlas y talleres que la misma policía impartía a funcionarios públicos.
“La locura de este gobierno criminal no tiene límites, son capaces de dejar en completo desamparo a las poblaciones más vulnerables de Nicaragua como lo son las mujeres de la zona rural, que viven todos los días la violencia machista, religiosa e institucional, además de la violencia de pareja”, comentó una defensora de derechos de las mujeres en el campo, la que exigió se protegiera su identidad para este reporte.
Terrenos donados y ahora arrebatados
Otra defensora de derechos de la mujer rural precisó que el terreno donde funciona esta organización de las mujeres y la niñez había sido donado en 1997 por el alcalde de Esquipulas, el señor Hilario Espinoza Álvarez.
El “Colectivo de Mujeres 8 de Marzo” dejó de funcionar el 17 de marzo del año 2022, cuando la Asamblea Nacional, aprobó la cancelación de su personalidad jurídica junto a 25 organizaciones más.
“Las mujeres que dirigían esta organización, lucharon contra todo tipo de obstaculización hacia el trabajo comunitario, antes del cierre el año pasado”, dijo la activista, agregando que la dictadura mandó a “instalar policías que tomaban fotos, intimidando a las mujeres campesinas que visitaban el centro y últimamente amenazando con cárcel al personal y al público que llegaba”, resaltó.
Otro asalto: Apromuwa
Pero no solo fue el “Colectivo de Mujeres 8 de Marzo” la institución víctima de la dictadura orteguista, los policías se tomaron las instalaciones de la “Asociación para la Promoción de la Mujer Waslala”, Apromuwa, ilegalizada en mayo del 2022, la que funcionaba en ese municipio desde 1996.
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Apromuwa se dedicaba a la promoción y defensa de los derechos humanos y de las mujeres, derechos sexuales y derecho reproductivos, también el empoderamiento económico.
En cinco años, la dictadura ha cancelado más de tres mil organizaciones a las que confiscó sus bienes y activos, reeditando las confiscaciones y la piñata sandinista de los años ochenta y noventa.