A monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, secuestrado, encarcelado y después desterrado por Daniel Ortega y Rosario Murillo, se le vio en España este jueves 6 de junio del 2024.
Primero fueron los detalles del encuentro con el obispo de Danlí, Honduras, José Antonio Canales y 16 días después, la visita al arzobispo de Sevilla, España, José Ángel Sains. Las imágenes de un Rolando Álvarez Lagos junto a estos religiosos y que circulan en redes sociales, es causa de mucha alegría en Matagalpa, la Diócesis del religioso nicaragüense.
En esta ciudad, las noticias de que su Obispo se encuentra con “buen semblante, animado y sumergido en sus actividades pastorales” han sido muy bien recibidas. “No se puede esperar menos de un santo como él, claro que Dios lo protege en todo tiempo y lugar dónde esté”, dice doña Patricia, una católica de 51 años que dice, ha profesado esa fe desde que tiene uso de razón.
La mujer dice que en su casa, “rezaban mucho” por el religioso y que son muy pocos los matagalpinos que tenían paz sabiendo que el obispo Álvarez había sido secuestrado y guardaba prisión en una cárcel del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. “Estuvo ahí por la verdad, ese es su testimonio de vida, Jesús murió por la verdad, nuestro Obispo sufrió por la verdad”, explica.
Monseñor Álvarez fue secuestrado el 19 de agosto de 2022. Tras ser recluido de manera ilegal en una casa de Managua, fue trasladado a la cárcel “La Modelo”, en Tipitapa y condenado a 26 años y cuatro meses de prisión por órdenes de un Daniel Ortega y una Rosario airados, porque el religioso se negó a un primer destierro en febrero del año pasado. Al religioso lo enjuiciaron por delitos políticos.
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ToggleCatólicos felices por Monseñor Rolando Álvarez
Mientras estuvo en prisión el Obispo desafío las medidas represivas de Ortega y Murillo. Resistió con valentía las humillaciones y abusos de sus carceleros y los venció con sólo negarse al exilio. Fue tal la posición firme del religioso, que el régimen pasó de la súplica a los ataques para hacer que El Vaticano, convenciera a monseñor Álvarez que dejara el país por su voluntad.
Pero en Matagalpa y sus comunidades, lo que le hicieron al religioso, solo es parte de una lamentable historia que viven con el gobierno de Ortega y Murillo y que aseguran, un día solo serán “amargos recuerdos”. “Mire, cielos y tierra pasarán, más su palabra nunca…Dios nunca desamparó al Obispo, le dio fuerzas y lo convirtió en un testimonio vivo de fe, un hombre que ya tiene su lugar en la historia de la iglesia. Sus represores fueron humillados”, dice don Ariel, un predicador católico de comunidades del norte.
“Estamos felices, si señor, lo que vemos, es lo que un día esperamos que pasaría. Dijimos que Dios lo liberaría, no fue Ortega ni la señora esa, Dios causó las circunstancias y ahí está el milagro”, dijo el religioso. “Siento pesar por la gente que reprime en Nicaragua, recibirán su castigo, porque la recompensa para los justos ahora la estamos viendo”, señala.
“Este día (jueves) es un buen día para la fe católica”, dice un miembro de la Pastoral Juvenil de esta ciudad. Aunque admitió que celebrar públicamente lo que sienten los pondría en peligro. “Sabemos que hay rabia en la gente de gobierno y no la vamos a provocar, ya tienen suficiente con ver a nuestro Obispo crecido, orgulloso y muy tranquilo con su testimonio. Compartimos su felicidad, su risa sencilla”, expresa el joven de 19 años.
“Volverá como un grande”
Este jueves, el obispo de la Diócesis de Matagalpa fue visto en la ciudad española de Sevilla. Una imagen junto a él, fue difundida por el arzobispo de Sevilla, José Ángel Sains en su cuenta en X, antes watsapp. “Visita de monseñor Rolando Álvarez Lagos, obispo de Matagalpa y administrador apostólico de Estelí (Nicaragua). Visita de cortesía y de descanso”, posteó el religioso español a la par de la imagen en el que se ve a un Álvarez sonriente y feliz.
En Matagalpa, los católicos dicen que esperan que el Obispo regrese a su diócesis. “Aquí lo esperamos porque sabemos que él volverá y volverá como lo que es, un grande, un religioso que predicó con el ejemplo y que venció un mal en nuestro país. Rezamos para que la Virgen (María) y el Padre bueno, lo mantenga con bien siempre”, dijo el joven de la Pastoral.
Con la visita de Álvarez a España es la segunda vez que se le ve en foto y la tercera que se conoce de él en libertad. Al día siguiente de haber aterrizado en Roma, se le vio celebrando misa en una iglesia de El Vaticano. Y en mayo reciente, sostuvo un encuentro con monseñor Canales, que compartió con el pueblo nicaragüense lo bien que lo encontró.
“Mire esta es una alegría que no cabe en el pecho, ver a nuestro valiente Obispo que está en su vida religiosa, que no pudieron con él, que el diablo no lo pudo doblegar me hace sentir orgullo de mi fe, de mi iglesia y de mis sacerdotes. Claro que esperamos que regrese, espero vivir para verlo aquí de nuevo”, señala doña Patricia.
“Hace falta su palabra, es necesaria”
Don Ariel, quien debido a la represión contra sacerdotes y predicadores católicos que trabajaban en comunidades del norte del país, ha tenido que reducir su trabajo religioso para burlar las detenciones, dice que la gente le preguntaban sobre el paradero del Obispo.
“Todo el mundo estaba preocupado porque estaba en la cárcel, cuando supimos que salió hubo incertidumbre, aunque tranquilidad porque ya no estaba en la cárcel. Esta nueva noticia alegra, pero la gente dice que hay la necesidad de oírlo”, expresa el predicador.
“De verás –agregó—que hace falta oír sus homilías, sus enseñanzas. Nicaragua lo necesita, necesita ese bálsamo de fe de esperanza porque hay mucho sufrimiento y creo que eso no está largo, el Obispo hablará pronto para su pueblo y aquí en Matagalpa, como en todo el país, estamos listos para oírlo”, sentenció.