Por: Redacción Intertextual/ contacto@intertextualcr.com
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, las mujeres nicaragüenses migrantes y exiliadas se sumaron a las manifestaciones en Costa Rica y El Salvador, de igual manera en redes sociales compartieron sus demandas como la liberación de las presas políticas en Nicaragua.
En Costa Rica, la marcha inició en el Parque Central de San José y culminó en la Plaza de la Democracia y de la Abolición del Ejército, desde donde se escucharon consignas referentes de las resiliencia y resistencia feminista ante la violencia machista, de estado y política.
En Nicaragua desde junio de 2018 la policía del régimen de Daniel Ortega declaró “ilegales” las manifestaciones que no contaran con el permiso previo, sin embargo, ningún permiso solicitado fue aceptado, lo que obligó a los grupos feministas a utilizar como una trinchera más la Universidad Centroamericana (UCA).
La UCA representó un bastión de lucha en contra de la violencia hacia la mujer en Nicaragua gracias a las agrupaciones feministas, luego de la confiscación del alma mater, los espacios públicos para manifestarse por el respeto a la integridad de las mujeres y sus demandas se vieron reducidos en el país, obligando a las estudiantes a solicitar refugio en los países de la región.
Para Mixtli Córdoba, lo que la movilizó fue el hecho de que “en Nicaragua las mujeres no pueden alzar la voz” debido a que se vive en “dictadura” y considera importante el poder visibilizar la lucha y defender sus derechos desde los espacios que se puedan.
“En Nicaragua la dictadura impone el silencio a las víctimas del femicidio, por eso estamos aquí en el exilio exigiendo justicia y libertad por Nicaragua” comentó la activista.
Según los datos del Observatorio Voces de la colectiva feminista católicas por el Derecho a Decidir (CDD), de enero a la fecha se contabilizan 68 femicidios, 48 de ellos ocurrieron en el territorio nacional y 20 en el extranjero. El último caso conocido fue el crimen contra Ana Pilar Umaña, de 23 años, quien fue asesinada por su expareja en Managua este 25 de noviembre.
De igual manera, la agrupación gremial Periodistas y Comunicadores independientes de Nicaragua, mediante el Observatorio de Agresiones a la Prensa Independiente, registró 78 casos de violaciones, de los cuales 23 fueron hacia mujeres periodistas.
“La agenda feminista no es para después, como algunas personas lo han dicho, la agenda feminista es aquí y ahora, las mujeres tenemos que estar ahí, sin las mujeres ni hay revolución, sin las mujeres no hay democracia” comentó Aimee Chávez, integrante de UNAMOS.
Mujeres nicaragüenses Indígenas y trans resisten ante la violencia
La violencia hacia las mujeres trasciende también barreras de idiomas, culturas y género, dejando a su paso femicidios y trans-feminicidios, de la misma manera violencia económica y de trato por parte de los funcionarios públicos en Nicaragua y Costa Rica.
Según denunció la joven miskita y activista defensora de los derechos de las comunidades indígenas, Anelia Williams Vanegas, en Costa Rica la realidad que enfrentas las mujeres indígenas exiliadas y migrantes es la falta de atención, seguro social y un lugar en donde se les pueda garantizar una vida seguro.
Ante esta realidad, las mujeres se ven obligadas a vivir en zonas consideradas como peligrosas y violentas dentro del Gran Área Metropolitana (GAM).
“Estamos demandando a Ortega que desaloje de nuestra tierra a los colonos, esa tierra pertenece a los pueblos ancestrales” comentó Williams, en referencia a las demandas de las comunidades indígenas dentro del territorio nicaragüense.
De igual manera, las mujeres trans migrantes se hicieron presentes en la manifestación ante la violencia que viven por parte de “hombres machistas, así lo denunció Karla Elizabeth, mujer trans nicaragüense exiliada en Costa Rica. “Alcemos nuestra vos, sigamos luchando por las que estamos, por las que viene y las que ya no están” agregó la activista feminista.
Durante el recorrido de la manifestación también las mujeres demandaron la libertad de las presas políticas en Nicaragua bajo la consigna de “Ortega opresor, asesino y violador”, desde donde buscan generar consciencia sobre la realidad violenta que enfrentan las privadas de libertad políticas en el centro de reclusión “La Esperanza”.
Hasta la fecha se contabilizan en el país 20 mujeres presas políticas por parte del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, de las cuales se conocen muy poco sobre si situación de salud física y emocional.
