Las autoridades de Nicaragua informaron este jueves 15 de agosto del 2024, en Managua que entregaron a El Salvador a un supuesto miembro de la pandillas Mara Sancocos Locos de Sonsonate, con lo que suman ya ocho los arrestados y expulsados del país en los últimos cuatro meses.
El supuesto pandillero de nacionalidad salvadoreña, que tiene orden de captura en El Salvador por los delitos de agrupaciones ilícitas y homicidio agravado, fue capturado la mañana de este jueves en el municipio de Ciudad Sandino, departamento (provincia) de Managua, detalló la Policía nicaragüense en una declaración.
«La Policía Nacional de Nicaragua, en coordinación con la Oficina Central de Interpol para América Central, con sede en San Salvador, entregó a las autoridades de la Policía Nacional Civil de la República de El Salvador» al hombre de nacionalidad salvadoreña, presunto miembro de la pandilla Mara Sancocos de Sonsonate, indicó la fuente.
El supuesto pandillero fue entregado en el puesto de control fronterizo El Guasaule, que comparten Honduras y Nicaragua.
Desde el 6 de abril de 2024 a la fecha, las autoridades de Nicaragua han entregado a El Salvador a siete supuestos miembros de la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13), quienes eran buscados por la Policía salvadoreña por posesión y tenencia de droga y de arma de fuego, violación a menor, o bien tenían orden de captura por los delitos de organizaciones terroristas, extorsión agravada, proposición y conspiración de homicidio agravado, y homicidio agravado en su país.
El octavo detenido y entregado a El Salvador es el presunto miembro de la pandilla Mara Sancocos de Sonsonate. Las autoridades nicaragüenses han sostenido que en el país no operan las ‘maras’ o pandillas.
La Mara Salvatrucha es considerada una de las más violentas por su vinculación con el narcotráfico, las extorsiones y los asesinatos. Tiene presencia en El Salvador y otros países.
El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, libra una guerra contra las pandillas, que llegaron a situar a El Salvador como uno de los países más violentos del mundo, en el marco de la cual han sido capturadas más de 78.000 personas bajo el amparo de un estado de excepción que se prolonga desde hace dos años y en medio de señalamientos de presuntas violaciones a los derechos humanos.