Uno de los 135 excarcelados nicaragüenses privados este martes de su nacionalidad por las autoridades de Nicaragua recibió la noticia con sorpresa, «un dolor inmenso» por una decisión a la que se sumó además la congelación de los bienes de ese grupo de exiliados acogidos desde el pasado 5 de septiembre en Guatemala.
«Se siente como una espada atravesando mi pecho», dijo a EFE el excarcelado Pedro José Gutiérrez, que recibió la noticia de que oficialmente había perdido la nacionalidad nicaragüense mientras se encontraba en un hospital de la Ciudad de Guatemala recibiendo atención médica por problemas en su columna.
Gutiérrez, que es mecánico industrial y activista, asegura que es «un dolor inmenso que nuestros hermanos de lucha han sido desterrados y se hayan perdido nuestros bienes, es una gran impotencia porque no podemos hacer nada estando en medio de un proceso de refugio».
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La Sala Uno del Tribunal de Apelaciones de Managua emitió una resolución en la que ordenó «la pérdida de la nacionalidad nicaragüense a 135 personas condenadas por hechos delictivos que atentaron contra la soberanía, independencia y autodeterminación del pueblo nicaragüense, incitando y promoviendo la violencia, el odio, terrorismo y desestabilización económica, alterando la paz, seguridad y el orden constitucional».
Gutiérrez estuvo preso 18 meses desde 2022 hasta el pasado 5 de septiembre, luego de criticar abiertamente en redes sociales y en acciones públicas al presidente Daniel Ortega por el apresamiento de opositores, activistas o artistas, entre otras personas.
Antes de ser liberado y llegar a Guatemala, Gutiérrez asegura que fue golpeado, torturado y además pasó 90 días en una celda pequeña esposado de manos las 24 horas.
En 2018, Gutiérrez también fue detenido durante las manifestaciones de abril de ese año que se realizaron en rechazo a diversas reformas políticas, así como el incendio de la reserva natural de Indio Maíz.
«Esta decisión de Ortega nos va a afectar a todos sin excepción, nadie puede decir que puede regresar a Nicaragua, nadie se libra de perder sus bienes», lamenta el excarcelado.
El nicaragüense buscará concentrarse por ahora en seguir los procedimientos fijados por las autoridades de Estados Unidos y Guatemala para regularizar su situación migratoria, pero indica que seguirá denunciando a distancia su preocupación por «los presos políticos actuales que no pudieron» acompañarles.
Esos 135 apátridas se suman a los 317 nicaragüenses, entre ellos los escritores Sergio Ramírez y Gioconda Belli, los obispos Rolando Álvarez y Silvio Báez, a los que las autoridades retiraron su nacionalidad en febrero de 2023.
Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, que se acentuó tras las controvertidas elecciones generales del 7 de noviembre de 2021, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato y cuarto consecutivo, con sus principales contendientes en prisión y a los que luego expulsó del país, y les privó de su nacionalidad y de sus derechos políticos tras acusarlos de «traición a la patria».
EFE…