La prohibición de MARENA se da un día después del anuncio de la apertura de un parque de avistamiento "con fines científicos", de esta especie en peligro de extinción.
La prohibición del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales de Nicaragua (Marena), sobre tapires o dantos en el país solo refleja que «no quieren competencia al rededor del manejo del Tapir, una especie en peligro de extinción», sostiene el ambientalista Amaru Ruiz y director de Fundación del Río.
«Ellos (Marena), pretenden promover un centro de avistamiento de esta especie», resaltó el ambientalista, por lo que argumenta de tratarse de una «acción premeditada».
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Marena hizo pública la prohibición de la reproducción, crianza, liberación y cualquier otra actividad relacionada al manejo del Danto o Tapir, «sin el permiso ambiental correspondiente», a través de un comunicado en sus medios oficiales.
La restricción se dió a conocer un día después que la agencia EFE diera a conocer la apertura de el primer parque de avistamiento de tapires o dantos, una especie en peligro de extinción en el país, con fines científicos, por el exdirector del Zoológico Nacional Eduardo Sacasa.
«El incumplimiento de lo anterior será sancionado de conformidad a la legislación ambiental vigente», sea lee en el comunicado del marena firmado por Heyddy Lorena Calderón Palma Ministra del Marena.
La conservación de esta especie debe ser primordial para Marena
Para Amaru Ruíz la conservación de esta especie debe ser primordial y explica que se pueden promover varias formas, «la primera es la conservación de su hábitat natural, la otra forma para la preservación de esta especie es el establecimiento de zoocriaderos, que permita la reproducción y liberación de esta especie, la otra es el cautiverio, pero está no genera una reinserción de la especie a su estado natural», explica.
Para Ruiz, Marena lo que debería estar realizando es la protección del habitat natural de esta especie, «las zonas de conservación mas boscosas que conserva el país, como lo son la reserva wawashan, la reserva Indio Maíz y la reserva Bosawás, que son habitad naturales de esta especie», concluye el ambientalista desde su exilio en Costa Rica.
Con el parque de avistamiento de tapires o dantos, Nicaragua se convertiría en el segundo país después de Costa Rica, en contar con este mecanismo de protección de la especie, mismo que se verá limitado por la prohibición del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales de Nicaragua.