Una mujer independiente, valiente y perseverante, con una intensidad y energía que la impulsan a seguir adelante con determinación, en Intertextual les presentamos a Lea Bolt, para conocerla y aprender más de sus vivencias.
Es internacionalista, activista, poeta y feminista, y vive con el anhelo constante de explorar nuevas experiencias, siempre buscando que su vida sea un reflejo congruente de sus principios, es así como se describe a la joven nicaragüense Lea Bolt.
“Crecí en una zona rural del norte del país, donde mi madre me enseñó a leer, esto me volvió una persona conectada con la naturaleza que ama la montaña y también los cuerpos de agua” describe, Desde muy temprana edad, tuvo que separarse de su familia para continuar sus estudios, lo que la llevó a obtener una beca para cursar una carrera universitaria.“
Terminarla fue un logro compartido con mi familia, que hizo grandes esfuerzos para apoyarme en mis viajes semanales a Managua, una experiencia que me marcó profundamente y que me ha hecho valorar la importancia de la perseverancia y el sacrificio” expreso.
“En Nicaragua tenía una vida normal estudiaba y dirigía la sociedad de debate en mi universidad” , Estudiar siempre ha sido una de sus grandes pasiones, gracias a su mamá que le inculcó el hábito de la lectura, le enseñó a darle valor al conocimiento y a estar en constante aprendizaje, Lea un ejemplo de resiliencia y perseverancia siempre ha luchado por sus sueños, por más difíciles que estos parezcan.
“Antes del 2018 era una estudiante como cualquier otra, estudiaba Diplomacia y Relaciones Internacionales, también estudiaba Derecho; pero está última no pude terminarla por todo lo que pasó en el 2018” , refiere, siempre fue una estudiante comprometida e intensa, también fue parte de la pastoral juvenil en su pueblo un tiempo, “disfrutaba del deporte, fútbol especialmente, compartía tiempo en familia y con amistades también, reunirme a tomar café con pan en las tardes era una de mis cosas favoritas” recuerda.
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ToggleEl exilio una decisión difícil de tomar
“Me exilié en junio de 2021 porque continuar viviendo en el país en las condiciones en las que estaba no era sostenible, ni emocional ni físicamente, ya había estado en casa de seguridad antes y no era una experiencia que quería repetir” , El detonante principal fue la criminalización injusta contra la organización en la que trabajaba en Nicaragua.
“Gestionar el miedo porque sabía que la única forma de salir era de forma irregular y eso es como tirar una moneda en el aire, cualquier cosa podía pasar en el trayecto”, dijo mediante una entrevista realizada por Intertextual, uno de sus mayores miedos era que la agarrara la policía, la encarcelaran o que le hicieran cualquier cosa, un miedo constante para cualquier mujer, no desaparece en ningún contexto lamentablemente.
También aceptar que no me iba a poder despedir de nadie, ni siquiera de mi familia, “eso fue de las cosas más tristes y difíciles, no poder darles un abrazo a tus seres queridos, todo fue muy rápido, tenía que ser así” recuerda con nostalgia, y es que esta es la realidad que han enfrentado la mayoría de personas que se han visto obligadas ala desplazamiento forzado.
Dificultades a las que se ha enfrentado durante su exilio
“Las dificultades han sido principalmente emocionales, estoy segura que la mayoría de personas exiliadas pasamos por esa sensación de desesperanza, nostalgia, tristeza profunda, porque lo cierto es que el exilio es una herida abierta que una tiene que cargar” la Bolt.
A veces deja de doler por un rato; pero siempre regresa a recordarte que estás en un lugar donde no necesariamente decidiste estar, esto se intensifica cuando sos una persona que ya ha sufrido ansiedad antes, que ha experimentado ideaciones suicidas o sensaciones de persecución, “no es una novedad para nadie que todo lo que vivimos en el 2018 nos dejó muchos traumas”, es decir, el exilio no ha sido fácil para ella ni para miles de personas que han abandonado el país.
“Tuve la gran suerte de que la organización en la que trabajaba se re invento con cierta rapidez y por eso tenía trabajo, lo que representa un gran privilegio considerando lo difícil que es obtener un empleo en este país” expresa, sin embargo, reconoce que si no hubiera sido así habría estado bastante perdida y mucho más afectada emocionalmente, porque no tiene familia en este país, tampoco tenía muchas redes, cuando llego, no conocía a tanta gente.
Logros que ha obtenido
Considera que en este contexto tan complejo no solo para nuestro país; sino para el mundo mantenerse viva ya es un gran logro. Pero si tuviera que mencionar algunos logros específicos que la han marcado, podría decir que son los siguientes “Publicar mi segundo poemario; pero en esta ocasión impreso y participar en otros espacios artísticos importantes que me han ayudado a crecer mucho en todos los sentidos” refiere.
“Culminar bien en un contexto complejo, el primer año de gestión como directora ejecutiva en la organización en la que trabajo y con la que he caminado por ya casi seis años en diferentes áreas” , lo que demuestra lo fuerte que es y lo desafiante que ha sido durante todo este tiempo que ha estado fuera de su país.
Otro de sus grandes logros ha sido participar en espacios internacionales de incidencia, dando a conocer la situación de Nicaragua, especialmente espacios de mujeres y juventudes, crecer personal, profesional y espiritualmente desde la reinvención de quien es viviendo en el exilio.
“Ser constante en mis procesos de terapia para mi sanación personal y autocuidado, especialmente en este último año”, empezar la Maestría de Escritura Creativa en Español de la Universidad de Salamanca, la cual ha sido un espacio muy enriquecedor que está a punto de culminar, construir una hermosa red de personas entre las cuales se sostienen como esa familia elegida en el exilio.
¿Cuáles son tus sueños?
Dentro de los sueños de esta joven que ha sido un claro ejemplo de que todo lo que se propone se puede lograr y que no existen límites para soñar y hacerlos realidad están “Contribuir a una transformación social de mediano y largo plazo para nuestro país, hacer una maestría en políticas públicas y gestión pública, regresar a mi país y vivir sin miedo en él, conocer el mundo lo más que pueda, vivir una vida interesante, alegre y en constante transformación” son parte de los sueños de esta joven nicaragüense.
Mensaje a otras y otros jóvenes que también se encuentran en el exilio
“Sé que el exilio puede sentirse como una herida que nunca cierra. Es una experiencia profundamente dolorosa, llena de incertidumbre y de una constante nostalgia por lo que dejamos atrás” aunque no es fácil reconstruirse en un lugar que no elegimos, ni enfrentarnos a un futuro que se siente distante y ajeno. Pero en medio de todo este caos, cree que es importante que reconozcamos nuestra resiliencia.
En el exilio aprendemos a resistir, a reinventarnos, a encontrar nuevas formas de existir y de luchar, “cada paso que damos, cada día que sobrevivimos, es un acto de resistencia y valentía” asegura.
“Mi mensaje para ustedes es que, aunque este camino sea difícil, no están en soledad. Somos muchas las personas que compartimos estas emociones y desafíos, y en nuestra comunidad, en nuestra fuerza colectiva, encontraremos el valor para seguir adelante.” Asevera Lea Bolt.
“Sigamos construyendo, sigamos soñando, sigamos creyendo en un futuro donde quienes quieran regresarán al país con la frente en alto y quienes no quieran volver lograrán todo lo que se propongan para su auto realización” la lucha no termina en el exilio, se transforma, son las palabras de aliento que Lea Bolt envía a todas las personas que ala igual que ella se encuentran en el exilio.