Escrita por «Afro»
Nació para documentar, sistematizar y dejar para la historia, las aberrantes, graves y generalizadas violaciones a derechos humanos, realizada por la dictadura de Daniel Ortega Saavedra y Rosario Murillo Zambrana, en Nicaragua.
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La referencia, es del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca+, conformado por 12 defensoras y defensores de derechos humanos, con amplia experiencia en el ramo, desde su iniciación como tal, en el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), cerrada por la dictadura al quitarle de forma arbitraria, ilegal y antojadiza, su personería jurídica y luego allanada en diciembre del año 2018.
Obligados al exilio en Costa Rica, estos defensores de derechos humanos, se juntan, y así, en abril del año 2019, nace una nueva organización con reconocidas personas dedicadas a la defensoría de los derechos humanos de los nicaragüenses, “la dictadura pretendía terminar con un proyecto de vida que es la defensoría de derechos humanos, eso nos hizo juntarnos, recuperar fuerzas y energía y decir que podemos continuar desde el exilio. Así es como nos reorganizamos o reconfiguramos como Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca +”, comenta la abogada Wendy Flores Acevedo, coordinadora del Colectivo.
El máximo interés del Colectivo, es ir “documentando violaciones a derechos humanos ocurridas en Nicaragua y de personas desplazadas en Costa Rica, producto de la represión”, dice Wendy Flores.
Wendy Quintero, periodista de profesión, quien no es fundadora del Colectivo porque se encontraba exiliada en otro país, pero ahora, como parte del mismo y apropiada de la misión y visión, sabe que este es un Colectivo que nace “con la idea de seguir visibilizando, documentando, exponiendo y defendiendo los derechos humanos, de las familias y de las víctimas de la represión del régimen Ortega Murillo”, también, “trabaja en la construcción del proceso de verdad, justicia, reparación y garantía de no repetición, como fundamento de la justicia transicional y de los procesos de memoria histórica”.
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ToggleNICARAGUA NUNCA MÁS
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La expresión Nunca Más, es retomada o inspirada del Informe y Comisiones de la Verdad de países como Guatemala, Chile, Argentina, El Salvador, Brasil y otros países que, “desnudaron la verdad de los regímenes dictatoriales de esos países y contribuyeron para que esos crímenes no quedaran en la impunidad. Nunca más a la dictadura”, confirma la abogada.
El Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca +, desde el Observatorio Nicaragüense de la Tortura, evidencia, a través de testimonios y denuncias de personas violentadas desde el 2018, y con varios informes, sistematizan y visibilizan las torturas ejercidas por el régimen. También, han hecho dos tipos de informes sobre la libertad de expresión, han elaborado un documento de análisis y consideraciones de las leyes arbitrarias y anti constitucionales como la ley de Agentes Extranjeros, la Ley de Ciber Delitos y otras, promulgadas en diciembre del 2020. Realizaron un informe sobre la violencia sexual ejercida contra las mujeres y boletines sobre el deterioro de los derechos humanos, en Nicaragua.
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Estos informes, son enviados a otras organizaciones internacionales como la Comisión Interamericana de derechos Humanos (CIDH), a la Organización de Naciones Unidas (ONU), la Organización de Estados Americanos (OEA), a la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, al Parlamento Europeo y a otras organizaciones que trabajan por los derechos humanos.
El interés, es dar a conocer cómo, el régimen Ortega Murillo, violenta las leyes de Nicaragua y Tratados Internacionales de los que el país centroamericano es suscriptor, violenta el derecho a la vida, el derecho a manifestarse, la libertad de expresión, libertad de prensa, derecho a la información pública, los tratos crueles y degradantes a los que son sometidos más de 160 presas y presos políticos, de los cuales 14 son mujeres.
TORTURA PSICOLÓGICA
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“Evidenciamos lo que el régimen hace a los familiares de presas y presos políticos, cuando llegan a visita no les permiten ver a su familiar, les restringen la paquetería de alimentos, las requisan de una manera que le violentan su integridad personal y hasta desnudan a las madres de los muchachos presos”, confirma la periodista del Colectivo y asegura que “a la mamá y tía de 3 presos políticos, con 90 años de edad, la desnudaron por completo en el Chipote y eso raya en los tratos crueles”.
EL ESTADO DE NICARAGUA, NO TIENE NINGUNA VOLUNTAD POLÍTICA DE CUMPLIR CON LAS MEDIDAS CAUTELARES PARA PROTEGER A VÍCTIMAS.
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El Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca +, ha solicitado junto a víctimas de la represión, medidas cautelares ante la CIDH, organismo que ha otorgado algunas de las solicitadas, para proteger a víctimas que se encuentran en Nicaragua, aunque muchas de ellas o sus familiares, han tenido que movilizarse dentro y fuera del país, para evitar la cárcel, la muerte o ser desaparecidos . “El gobierno de Nicaragua no cumple las medidas de protección, pero, en algunos casos ha sido un factor disuasivo, porque, cesan los hostigamientos o la vigilancia contra las personas beneficiaria de medidas cautelares, aunque en otros casos han apresado a la persona”, confirma Wendy Flores la coordinadora del Colectivo.
Ni medidas cautelares ni medidas provisionales, emitidas por la CIDH, ha cumplido el Estado de Nicaragua, por lo que el Colectivo trabaja con otras organizaciones, para que se cumpla con las Resoluciones emitidas a favor de las víctimas. El Estado de Nicaragua, no solo ha emprendido una campaña de descrédito en contra de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH) sino que más bien, procedió a denunciar la Carta Democrática.
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Aunque la comunidad internacional y las organizaciones, han hecho una labor para tratar que estos patrones de violaciones de derechos humanos cesen, en realidad, esto no ha parado, el gobierno ha intensificado la represión, que cae sobra la vida y la libertad de muchas personas.
JUSTICIA TRANSICIONAL
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“Son constante las violaciones a derechos humanos y por eso es importante que se documente, el régimen en algún momento tiene que cambiar y habrá todo un proceso de institucionalizar al país, de reclamar la justicia que merecen todas las familias de las personas muertas, de las personas encarceladas, de las personas que salimos al exilio, que se restituyan nuestros derechos, que se repare, porque, eso es parte del proceso de sanación, que como nación, que como país, en algún momento vamos a tener. Por eso, es importante la existencia de organizaciones como el Colectivo que, no solamente promueve los derechos humanos, sino que, están constantemente documentando y evidenciando”, dice Wendy Quintero.
La justicia transicional, pasa por varias etapas: el de la exigencia de la justicia, verdad, reparación y no repetición. Ese es el proceso que tiene que darse en Nicaragua, porque, Nicaragua como nación tiene que sanar, y para que sane, primero, se tiene que hacer juicio para llevar al banquillo de los acusados a los que han cometido estas violaciones, asesinatos, encarcelación y desapariciones.
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También, tiene que haber un proceso de justicia para todas las familias, cuyos derechos han sido violentados, los derechos de los exiliados, que llevan 3 años en el exilio sin poder regresar a su país. Tiene que haber este proceso, para reestructurar, para que el país sane, para que pueda existir un país en democracia, que pueda sanar y que pueda darse una reconciliación verdadera.
LIBERTAD DE EXPRESIÓN
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Más de 140 periodistas, tuvieron que exiliarse, de los que pertenecen a la organización Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN), pero, hay muchos que no pertenecen a esta organización y también tuvieron que exiliarse.
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“A mí, me violentaron mi derecho, no solo a ejercer mi profesión como periodista, mi libertad de expresión, mi libertad de prensa, me quitaron mi derecho a trabajar, porque cerraron la organización para la cual yo trabajaba”, lamenta Wendy Quintero, al referirse a los abusos cometidos por la dictadura, contra el CENIDH.
NOMINADOS AL PREMIO TULIPÁN
El Colectivo, fue nominado al Premio Tulipán de derechos humanos, que dan Los Países Bajos. “De 90 organizaciones, fuimos seleccionados entre los 12 semifinalistas y quedamos entre los 3 a nivel mundial, después de un proceso de selección”, dice con orgullo la coordinadora del Colectivo, “para nosotros ha sido un gran honor”.
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“Solo el hecho de estar nominados, es un reconocimiento a la labor de defensoría de derechos humanos que hacemos. Visibiliza el trabajo que hacemos como organización y visibiliza lo que está pasando en Nicaragua. Es una promoción a nivel mundial que, reconoce a la organización y eso, “nos llena de satisfacción y nos anima más, en esta lucha y en este trabajo”, comenta orgullosa Wendy Quintero. “Con el solo hecho de quedar entre los tres finalistas, con eso, nos sentimos ganadores, pues, visibilizaron no solo la nominación al premio, sino, el trabajo del Colectivo, que se debe a las víctimas de la represión, se visibiliza sus voces y demanda de justicia, verdad y no repetición”, refuerza Wendy.
LA CÁRCEL, LA MUERTE O EL EXILIO
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Ambas mujeres, han vivido en carne propia, la violencia y persecución del régimen, el asedio, la vigilancia, quedarse sin trabajo, obligadas a salir de casa y del país y alejadas de la familia. “El exilio se dio a partir de la cancelación, cierre y allanamiento del CENIDH. Fue una situación muy violenta, en contra de una organización de derechos humanos. Soy defensora de derechos humanos, por más de 16 años en el CENIDH, acompañando a muchas víctimas, incluyendo lo que ocurrió en 2018”, lo dice Wendy Flores, coordinadora del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca +.
“Mi casa era vigilada por agentes policiales, quienes estaban fuera de mi casa, mi bebé tenía 7 meses y mi otra hija 7 años. En la conferencia de prensa de la jefatura policial, involucran a la doctora Vilma Núñez, Gonzalo Carrión y otros defensores del CENIDH, vinculándonos a la quema de la casa del Barrio Carlos Marx. Ya habían allanado la televisora 100{0cab3704e21a71302162fadf9844f7b3ed53b42a3c5272f295e0fc76090d0b44} Noticias y detenido a su director Miguel Mora y a la Jefa de prensa Lucía Pineda y amenazaban con perseguirnos”.
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“La posibilidad de una eventual detención, era cada vez mayor, en un momento y en un contexto que se arrasó con organizaciones y con periodistas”. “Salí sola, dejé a mis hijos, estaban muy pequeños. Aún lo recuerdo y duele un montón, aunque, ahora estoy con mis hijos”.
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“Claro que regresaré, porque Nicaragua es mi país y está secuestrado, no hay libertades dentro de Nicaragua y lo que hacemos desde afuera, es porque queremos un país libre, democrático, donde se respeten los derechos humanos”, concluye Wendy Flores Acevedo, con un nudo en la garganta y las lágrimas rodando por sus mejillas.
Wendy Quintero es madre, periodista, encargada del Área de Comunicación del Colectivo. “Desde las radios comunitarias, hice periodismo cívico ejerciendo mi derecho de defender derechos”.
“Cuando cierran el CENIDH, comienza la persecución selectiva, el hostigamiento y la persecución por el trabajo que yo hacía como periodista y defensora de derechos humanos. Pusieron en riesgo mi integridad física y personal, por eso, me vi obligada a irme al exilio”.
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“Soy madre de una jovencita de 20 años, cuando salí al exilio, la dejé en Nicaragua, fue muy duro porque, era menor de edad. Hace dos años estamos juntas. Está exiliada en Costa Rica, por la misma situación de inseguridad y evitar que sea lastimada por el solo hecho de ser mi hija. Ella, participó en algunos plantones que se hicieron en la Universidad Centroamericana (UCA). Siente que le robaron su país y siente que no hay esperanza. Me dice, que para qué vamos a regresar a Nicaragua. Es duro, muy duro”.
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“Trato de ser la voz de los que no tienen voz y voy a seguir haciéndolo hasta que Dios me lo permita. Soy muy religiosa y todo se lo pongo en las manos de Dios, me ha llevado de la mano y me ha puesto muchísimos ángeles. Yo tenía meses sin trabajo, después que cerraron el CENIDH. Para poder viajar, el boleto me lo regalaron, estuve posando en varias casas de gente que conocí en el exilio y sin conocerme me abrieron las puertas de su hogar. Tuve techo y alimento, pero, muchas personas no han tenido esa bendición. Creo que tenemos que fortalecer la red solidaria, para poder apoyar a los que lo necesitan”.
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“Los primeros dos años de exilio fueron duros. Trabajé cuidando niños, limpiando casas, cuidando a personas de la tercera edad y nunca dejé de ser periodista, aunque no tenía un salario. Mi hija fue expulsada de la universidad, por haber participado en algunos plantones y marchas, con algunos de sus compañeritos universitarios. En Costa Rica, ha sacado varios cursos, pero, no tiene trabajo ni estudia. Yo, no pierdo la esperanza de seguir profesionalizándome”, expresa Wendy, con un torozón en la garganta.
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Ellas y ellos defensoras y defensores de derechos humanos, organizados en el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca +, siguen luchando, humanizando las causas de las víctimas de la represión y la tiranía Ortega Murillo, acusada por crímenes de lesa humanidad.
Según la Declaración Universal de los Derechos Humanos: “Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes”.