La opositora Concertación Democrática Nicaragüense tildó este jueves de “torpeza” la decisión del Gobierno de Daniel Ortega de retirar a Nicaragua del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas tras conocer un informe del Grupo de Expertos de Derechos Humanos que determinó que el Ejército “participó activamente en la represión de las manifestaciones” que estallaron en abril de 2018 y “cometió ejecuciones extrajudiciales”.
“La decisión de salirse del Consejo la analizamos como una reacción a la molestia de los hallazgos del informe de expertos. Realmente les molestó y les pegó fuerte el hecho de decir que tienen suficiente evidencia probatoria para determinar el involucramiento del Ejército en los crímenes”, declaró a EFE el miembro del directorio político de la Concertación Juan Sebastián Chamorro.
Para Chamorro, uno de los 452 nicaragüenses a los que el Estado les ha privado de su nacionalidad, el señalamiento de los expertos de la ONU marca “un antes y un después en la historia del Ejército de Nicaragua”, dirigido desde 2010 por el exguerrillero Julio César Avilés.
Por primera vez, los expertos lograron reunir evidencia que muestra que el Ejército participó junto con la Policía y grupos paraestatales en la represión contra las protestas masivas de 2018, que dejaron más de 300 muertos, una implicación que hasta el momento había negado.
“Por eso es que la carta de renuncia ante el Consejo de Derechos Humanos trata, en el lenguaje típico grosero de la dictadura, minimizar el papel del Grupo de Expertos diciendo que son autollamados expertos, e invocando otros argumentos que son completamente falsos por parte de la vicedictadura” de Rosario Murillo (copresidenta), indicó Chamorro.
A juicio del opositor, renunciar al Consejo de Derechos Humanos de la ONU es una “torpeza política” porque justamente se discute en esa instancia una resolución sobre la situación de Nicaragua y si se extiende el mandato al Grupo de Expertos.
“Entonces, al retirarse Nicaragua, no solamente se retira la misión, la embajadora que en realidad hacía muy poco”, sino también pierden el apoyo de países no democráticos que se sumaban a la narrativa de los sandinistas, razonó.
“Un exabrupto sin mayor trascendencia”
Por su lado, el abogado Juan Carlos Arce, de la ONG humanitaria Colectivo Nicaragua Nunca Más, dijo a EFE que la salida de Nicaragua del Consejo de Derechos Humanos de la ONU es un “exabrupto, sin mayor trascendencia legal”.
Explicó que el Consejo de DD.HH. es el principal mecanismo de derechos humanos de la Asamblea General de Naciones Unidas.
“Los derechos humanos no son una concesión de los Estados, sino más bien son una obligación. Es decir, que el Consejo de Derechos Humanos podrá seguir viendo cuestiones de Nicaragua y podrá seguir examinando el cumplimiento del Estado nicaragüense de sus obligaciones en materia de derechos humanos”, afirmó.
Arce observó que el Estado de Nicaragua no se salió del Sistema de Naciones Unidas, ni denunció todos los pactos y tratados que son parte fundamental del sistema y que ha suscrito y ratificado.
A juicio del activista, la decisión del Gobierno sandinista deja “la evidencia de que se siente acorralado, de que están molestos, que hay temor por parte del régimen debido a que hay señalamientos que van más allá de una declaración”.
“Aquí estamos hablando de sendos informes. Informes amplios y profundos sobre la violación sistemática de derechos humanos y sobre violaciones y crímenes de lesa humanidad que han sido recogidos por diferentes instancias”, anotó.
Ese informe, al igual que el de otros mecanismos, “van a servir y están sirviendo para los procesos judiciales que se tendrán que abrir contra los criminales de lesa humanidad, y ese es el gran temor que tienen”, valoró Arce.