Previo a la celebración de la 54 Asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA), el líder estudiantil Lesther Alemán, uno de los nicaragüenses desterrados por la dictadura de Daniel Ortega, dijo que los opositores tienen como misión “hacer eco para que la OEA, se convierta en el altavoz de la crisis en Nicaragua”.
Aunque están claros de que Nicaragua no es miembro de la OEA, se reunirán con embajadores de ese organismo para denunciar la condición inhumana de los 141 presos políticos, el hostigamiento y persecución a sus familiares, la represión desmedida en el país y la internacionalización del miedo para las víctimas de la dictadura de Ortega.
También pretenden incidir para que los Estados miembros obliguen “desde su lenguaje diplomático y de incidencia a nivel bilateral” sobre el restablecimiento de las condiciones democráticas en Nicaragua y además, valorar el tema del apatrismo del que son víctimas los opositores.
“Más de 10 mil nicaragüenses están obligados a permanecer fuera de Nicaragua, que no pueden regresar, pero tampoco tienen claridad ni estabilidad en un tercer país”, dijo Alemán.
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ToggleSufrimiento en las cárceles del régimen sostiene opositores en la OEA
El opositor que además pasó más de seis meses en una cárcel del régimen, dijo que los familiares de los presos políticos tienen mucho temor de denunciar los tratos inhumanos que viven en las cárceles del régimen.
Mencionó que sufren por la negación de medicamentos, asistencia médica pertinente y especializada, incluso para personas que han sufrido derrames cerebrales, mujeres que están en aislamiento total y otros que son privados de paquetería, de agua y los que sufren desaparición forzosa porque les niegan ver a sus familiares.
“El dedo sobre la llaga”
Por su lado, Haydée Castillo, activista nicaragüense exiliada, informó que la intención es “seguir poniendo el dedo sobre la llaga sobre la realidad que están viviendo los presos y presas políticas en Nicaragua, el estado de represión y todo el rompimiento constitucional que se vive” en el país.
Dijo que los activistas nicaragüenses que han llegado a Paraguay traen “una serie de propuestas” a cada uno de los países miembros para que puedan actuar en el marco de la OEA y también a nivel individual en favor de Nicaragua.
En tanto, Tamara Dávila expresa política del régimen dijo que la misión será denunciar que los nicaragüenses viven en un país por cárcel y sobre la situación de los 141 presos políticos, destacando la importancia de seguir presionando políticamente al régimen desde la OEA aunque este reniegue de la organización. “Hay que recordar que los países miembros de este organismo tienen marcos de acción que pueden efectuar”, dijo.
“El grito de abril fue ni perdón ni olvido y eso es lo que estamos hablando también con los distintos embajadores. Seguimos exigiendo democracia”, señaló Dávila. “Daniel Ortega y Rosario Murillo son una dictadura que no para, tampoco nosotros vamos a parar de denunciar la criminalidad de esta pareja de dictadores”, sentenció la opositora.