El Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más publicó su cuarto boletín, titulado “Persecución a laicos”. Este informe resalta el aumento de la represión contra laicos y líderes religiosos en Nicaragua, documentando una serie de violaciones graves a la libertad religiosa en el país, en el periodo del 01 de abril al 15 de julio de 2024.
La periodista y activista Wendy Quintero dice que el informe revela un panorama alarmante de represión contra líderes y laicos bajo el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. “El boletín refleja un panorama decreciente de represión, con detenciones arbitrarias, ataques directos a líderes religiosos, estigmatización y mensajes de odio”.
Este tipo de ataques añade la activista “ha generado una condena tanto a nivel nacional como internacional.”
El Colectivo refiere que Quintero se centró en la persecución extendida a distintas denominaciones religiosas con un incremento notable en el hostigamiento contra personas laicas y líderes religiosos.
La sistematización documenta un aumento de las arbitrariedades, ataques directos, estigmatización y mensajes de odio, reflejando una grave vilación a la libertad religiosa y de conciencia.
En el informe los datos con mayores relevancia se enmarcan en “420 organizaciones cristianas canceladas” incluyendo la emblemática “ Caritas de Matagalpa”. Además de 22 medios de comunicación religiosos confiscados, siendo el último Radio Marías, cuya transmisión cesó el 09 de julio de 2024.
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ToggleEncierros y desaparición forzada de religiosos y laicos
“51 sacerdotes desterrados sin juicio, violando sus derechos de residencia y libre circulación. 21 pastores evangélicos en el exilio, con tres más impedidos de ingresar al país” son otros de los datos que menciona el Colectivo en sus registros.
El boletín también destaca la situación de “200 personas religiosas que han sido desplazadas, así como el incremento en la vigilancia sobre actividades de la Iglesia católica y la limitación de procesiones y peregrinaciones.”
El Colectivo apunta un patrón sistemático de represión que incluye “la desaparición forzada, clasificada como un crimen de lesa humanidad”, y la creciente apatridia de facto que afecta a religiosos y laicos. “ Desde 2018, al menos 222 religiosos, incluidas 91 monjas, han sido enterradas” menciona el boletín.
Condenas y ataques contra Matagalpa
La comunidad internacional ha emitido condenas a estas acciones , incluyendo la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, La Corte Interamericana de Derechos Humanos y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Sin embargo, la represión sigue escalando, especialmente en regiones como Matagalpa, donde se ha atacado el legado de Mnseñor Alvarez y se ha reprimido la protesta popular.
El abogado del Colectivo de Derechos Humanos Salvador Marenco menciona la situación ocurrida en Matagalpa exponiendo que “ Matagalpa es un foco de represión debido a su papel simbólico y la resistencia de su población, que incluyó la detención y destierro de Monseñor Rolando Alvarez.”
El ataque a Matagalpa sostiene el abogado “ busca eliminar cualquier foco de esperanza y oposición contra el régimen.” Con respecto a la falta de pronunciamiento de la iglesia añade Marenco “ puede deberse a la censura o autocensura impuesta por el régimen Ortega Murillo”.
Sin embargo el colectivo deja claro que la represión es generalizada y afecta a toda la sociedad, no solo a la iglesia católica.
El Colectivo de derechos Humanos Nicaragua Nunca Más hace un llamado urgente para que la comunidad internacional se pronuncie en contra de las violaciones a la libertad religiosa y los crímenes de lesa humanidad que se están cometiendo en Nicaragua.