Este ciudadano de Bluefields pese que perdió una pierna en un accidente, vence a diario sus limitaciones trabajando en las calles de esta ciudad caribeña. Conozca su historia.
Por: Intertextual/ Voces en Libertad/ contacto@intertextualcr.com
Coraje, deseos de superación y sobre todo de sobrevivir, es lo que a diario impulsa a Oswaldo Rodríguez a encarar la vida con actitud positiva, ello pese a que perdió una pierna en un accidente en el que él se llevó la peor parte.
A Rodríguez, los caribeños lo conocen como “Chacalín”. Tras un fatídico accidente de tránsito el 18 de julio del 2020, su vida dio un giro total. Tiene 50 años y enfrenta uno de los retos más grandes de su vida, que es mantenerse en las calles todos los días ofreciendo su producto al que bautizó con el nombre de “Ricos heladitos”. Su presencia es notoria en las principales calles de la ciudad a dónde promociona sus helados con la voz fuerte que lo ha vuelto inconfundible.
“Desde el 2020 mi vida cambió, pues caminaba por las calles céntricas cuando fui arrollado por una motocicleta. El tipo que me arrolló se dio a la fuga y me dejó inconsciente, tirado en la calle”, contó Oswaldo Rodríguez para este reporte. “Cuando por fin supe de mí, me dijeron que me habían operado más de una vez y que había perdido mi pierna. Me asustó verme sin una de mis piernas, fue difícil”. relató.
Perdió una pierna en accidente pero está agradecido por la oportunidad de vida
Oswaldo Rodríguez, “Chacalín”, nos relata que su vida dio un giro total con ese accidente. Ahora, su mejor aliada para permanecer en las calles es una silla con ruedas, misma que con los años va deteriorándose.
El costeño asegura que ha sido un constante desafío adaptarse a un ritmo de vida diferente, que nada tenía que ver con el que tenía antes del accidente. Su emprendimiento le ha dado buenos resultados. “No hay día en que ´Ricos heladitos´ no esté en las calles. Tengo mis clientes fijos, me duele verme sin mi pierna, al recordar cómo me movilizaba antes, pero también agradezco la oportunidad de vida que me concedió Dios”, agregó Rodríguez.
Añade, «soy una persona con discapacidad, pero a la vez con fuerzas para seguir adelante, la gente en la calle me apoya con las ventas y me va bien. Con las ganancias ayudo a mi mamá que es la que me ayuda, me cuida y aporto en la casa para los gastos”.
“De esta manera me gano la vida y quiero seguir con entusiasmo en las calles gritando ¡Ricos heladitos!, los llevó de uva, fresa, banano, chicle y otros, la variedad me ayuda a tener más clientes que son fieles a comprar”, señaló.
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Superando los desafíos
Rodríguez asegura que a pesar de los obstáculos como las condiciones en las calles, el tráfico, el ajetreo de diario y lo difícil que le es enfrentarse a su vida cotidiana, tiene la energía y buena disposición para seguir con su emprendimiento. “Con mis termos llenos de helados aunque llueva o esté el sol, me motivo a salir a vender”, reiteró.
Puedes conocer algo más de este hombre que lucha por la vida, en este video.
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La discapacidad afecta entre un 10 y un 13% de la población mundial según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el caso de Nicaragua, la prevalencia de la discapacidad es de 10,3% de la población mayor de seis años de edad, 10,5% en las zonas urbanas y 10% en las zonas rurales.