El desafió es arrancar. La dictadura en Nicaragua creía que era fácil echar a andar la UCA.“No hay estudiantes” sabe usted ¿qué significa eso?
Por: Intertextual/ Voces en Libertad/ contacto@intertextualcr.com
Francisco sigue con atención las declaraciones de Alejandro Genet Cruz entrevistado en una canal de televisión de los hijos de Daniel Ortega. Ve cómo el hombre convertido en rector de la Universidad Centromericana, UCA, que el régimen decidio llamar despues de su confiscación “Casimiro Sotelo” y su entrevistador, los dos empleados de la dictadura en Nicaragua hacen de todo para no admitir que son el último hazme reír porque no saber echar a andar la universidad.
“No pudieron y nunca podrán”, dice parafraseando la expresión con que Daniel Ortega, su esposa Rosario Murillo y sus fanáticos, se refieren al intento que hizo todo un pueblo por echarlos del poder, al que ellos respondieron de forma criminal con las armas, una acción que dejó 355 civiles asesinados, según informes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH.
Puede leer: Dictadura en Nicaragua “hiere de muerte” a la Educación Superior con el robo de la UCA
Pero él se refiere a que no pudieron “echar a andar la universidad” que confiscaron y menos podrán formar profesionales con el brillo con el que más de medio siglo lo hicieron los jesuitas de la Universidad Centroamericana, UCA. “Intenta este señor convencer de algo que está claro”, dice. “Son un fracaso”, asegura el universitario capitalino.
Francisco estudiaba segundo año de derecho en la Universidad Centroamericana. Con la toma del régimen de su Alma Mater, ni siquiera pensó en que había algo que esperar, retiró matrícula de inmediato y se cruzó a una de las 30 universidades que aún cuentan con administración privada.
Indice
ToggleOtra rebelión en la UCA, la dictadura no puede destruir sus cimientos jesuitas
“Eso no sirve”, dice Francisco al referirse a la nueva universidad que Ortega mandó fundar sobre los cimientos de 60 años que establecieron los jesuitas en el país en la conocida Avenida Universitaria de Managua y que el dictador, les arrebató torciendo leyes y afirmando mentiras, como venganza por apoyar a sus estudiantes y al país entero, cuando exigieron como lo hacen ahora, un cambio en el país.
Al terminar la comparecencia del rector Genet Cruz (este 19 de septiembre) que califica de “vergonzosa”, Francisco “textea” con dos excompañeros de su año, uno de ellos optó por no trasladarse, el otro salió del país a El Salvador a buscar su formación en la “José Simeón Cañas” de los mismos jesuitas.
Puede leer: Los diez tesoros que la dictadura en Nicaragua le roba a la UCA y al país entero
“Son un desastre estos chamucos (sandinistas)”, le admite el amigo que sigue en Nicaragua. “Nos jodimos todos, se jodió el país”, le agrega, aclarando que él se habría ido también de contar con los recursos de sus demás excompañeros. “Es que yo estudiaba becado”, aclara.
De inmediato, le agrega a Francisco que ha sabido que el problema mayor que enfrentan los nuevos administradores es que no hay estudiantes. “Nadie quiere bro, el problema no es dinero, es la clase de universidad. La UCA, es la UCA, y este mamotreto ni que la pongan gratis”, le replica. Pero Francisco tiene su propia explicación: “es rebelión bro, es la otra rebelión de la UCA”, asegura.
A kilómetros de distancia de Francisco, el abogado Yader Morazán, un crítico del régimen señala desde el exilio forzado en el que vive, que los estudiantes de la Universidad Centroamericana están dando una “cátedra de desobediencia civil” al no integrarse al Alma Mater secuestrada por la dictadura de Daniel Ortega.
“No exponen sus cuerpos como trincheras humanas, pero su método de protesta silenciosa es contundente y efectiva”, señaló en su cuenta de twitter al día siguiente de la entrevista en la que Genet Cruz, ni siquiera se atrevió a decirle a su entrevistador una fecha tentativa para abrir la universidad, y en la que admitió daños al calendario semestral debido al atraso.
“El desafío es arrancar” la dictadura se ha visto incapaz a nivel público con la UCA
La navidad de 2022 ha sido para Ivania la mejor de todas las que antes había tenido. Tiene 21 años y este culminaría su tercer año de ingeniería en redes y telecomunicaciones, pero siente que se quedó “a medio camino”. Cuenta para este reporte que el año pasado, casi deja la universidad debido a que su madre enfermó de gravedad. “Junio fue fatal para la familia”, dice.
Su mamá logró restablecerse y ella enderezó una caída de sus calificaciones que pusieron en peligro su semestre. “Por eso fue un buen fin de año”, cuenta. Sin embargo, hoy se siente como entonces con la diferencia que la mala hora no ronda a su familia.
“La universidad es incierta y aunque mi mamá está bien, mi padre no encuentra un trabajo estable. Está difícil la verdad y yo tenía la esperanza que este año ya haría prácticas profesionales para aportar a la casa, pero la universidad no abre”, explica.
Lea: A la UCA el Frente Sandinista le debe respeto expresa excatedrático
A Ivania le pareció absurdo oír decir a su nuevo rector: “el desafío es arrancar”. “Uno se asusta de ver el mundo en el que vive esta gente, olvidan que es la vida de uno, son los estudios de una persona, su futuro, ¿Es un juego acaso? Queda claro que no son serios y peor aún, pésimos funcionarios, son deficientes”, criticó airada.
La llamada universidad “Casimiro Sotelo” ha pospuesto por segunda ocasión la continuidad de las clases. Las autoridades que el régimen designó para usurpar a la Universidad Centroamericana, dijeron no tener una fecha exacta para reanudar la enseñanza en las instalaciones propiedad de los jesuitas.
Tras la toma de la UCA a mediados de agosto, voceros del régimen que la ocuparon, dijeron que iniciarían el 28 de agosto, luego lo pospusieron para el próximo 25 de septiembre, y ahora anuncian que no están preparados para cumplir con esa fecha, según Genet Cruz.
«Inoperantes»: la dictadura no puede con la UCA, dice Calidh
Por su lado, el Centro de Asistencia Legal Interamericana de Derechos Humanos, Calidh, acusó de acciones inoperantes las del régimen al admitir que no pueden manejar el Alma Mater y que necesitaban más tiempo para la reestructuración de lo usurpado por órdenes de la dictadura Ortega-Murillo.
“Calidh observa con disgusto que las autoridades legalmente impuestas no logren manejar un centro de tanto prestigio”, criticaron. Condenó el organismo que “el patrón de censura, venganza y castigo contra las voces y organizaciones universitarias tengan como finalidad única la confiscación y lucro para el erario”.
Puede leer: Cierre de la UCA genera rechazo de diversos sectores
A criterio del organismo ha quedado claro que el CNU, no solo ha demostrado ser un brazo represor de la dictadura en Nicaragua contra las universidades, sino que además es “inoperante”. Recordaron que las autoridades impuestas ilegalmente por el CNU en las universidades confiscadas, son cooperadores necesarios de estas acciones ilegales y que deberán tarde o temprano responder ante la justicia.
Mientras Ivania y otros universitarios seguirán esperando la apertura de las instalaciones usurpadas, otros que se han ido están no sólo convencidos de que su decisión fue la mejor, sino que se declaran muy conformes “con esta nueva rebelión en la UCA”.