El Gobierno de Panamá expresó a la embajada de Nicaragua su «preocupación» por las «expresiones» del expresidente Ricardo Martinelli, asilado en la sede diplomática de ese país desde febrero pasado por un caso de corrupción, a la vez que le pidió no ser un «foco de reuniones políticas» y «solamente» limitarse a sus responsabilidades de asilo, informó este miércoles el canciller panameño, Javier Martínez-Acha.
«La semana pasada convocamos a la embajadora de Nicaragua en Panamá y le expresamos nuestra preocupación por las expresiones que se dan dentro de la embajada», dijo el canciller panameño a la cadena Telemetro tras ser preguntado por el expresidente.
«Y le pedimos a la República de Nicaragua que, por favor, hiciera de la embajada lo que siempre ha debido ser en materia de asilo, solamente asilo y no un foco de reuniones políticas», agregó el funcionario.
El expresidente panameño Ricardo Martinelli (2009 -2014) suele usar sus redes sociales, dentro de la embajada de Nicaragua en condición de asilo, para opinar sobre diferentes problemas locales y reiterar que su situación actual es parte de una supuesta «persecución política».
«Se tocaron varios temas y las redes sociales se pueden utilizar en Panamá o estando en cualquier otro país (…) ya le comunicamos ahora el sentimiento del Gobierno del presidente (José Raúl) Mulino», señaló este miércoles el canciller de Panamá.
La semana pasada el ministro de Economía, Felipe Chapman, dijo en el programa de radio «180 noticias» que Martinelli es un «mitómano» que «promueve el caos» tras una publicación del expresidente opinando sobre un proyecto de ley para modificar la Seguridad Social, propuesto desde el Ejecutivo y aún en discusión en el Parlamento.
Esta no es la primera vez que la Cancillería panameña expresa formalmente a la embajada nicaragüense su rechazo por las expresiones de Martinelli, pues el Gobierno pasado de Laurentino Cortizo (2019-2024) envió varias notas reiterando su «enérgica protesta» por las acciones «político-partidistas» del exmandatario, ya que es «ilegal de conformidad con el derecho internacional».
El salvoconducto
«Nosotros siempre seguiremos las convenciones nacionales y Panamá ha respetado todo lo que se está hablando y conversando desde el día uno», expresó el ministro Martínez-Acha sobre el salvoconducto que le permitiría a Martinelli viajar a Nicaragua para asilarse.
El Gobierno anterior le denegó ese documento para trasladarse al país vecino por estar condenado por la justicia y, según dijo en julio el presidente de Panamá, hasta el momento no se ha vuelto a solicitar.
Martinelli está asilado en la embajada de Nicaragua en Panamá desde el pasado 7 de febrero tras la condena a más de 10 años de prisión por blanqueo de capitales en el marco del caso New Business. También, está envuelto en importantes casos de corrupción como Odebrecht, las escuchas ilegales y FCC.
El actual presidente de Panamá, José Raúl Mulino, sustituyó in extremis a Martinelli en la carrera política por la presidencia este año tras la inhabilitación del exmandatario por esa condena de corrupción.
Desde su llegada al poder el pasado 1 de julio, Mulino nombra cada vez con menos frecuencia a Martinelli. Sin embargo, ha designado en su Gobierno a algunos funcionarios de la administración del exmandatario, de la el mismo fue parte como ministro de Seguridad.
Varios analistas preveían la «sombra» del expresidente Martinelli sobre la administración de Mulino, quien ha dicho en reiteradas ocasiones que el presidente es él, pero tampoco ha dudado en aclarar que está dispuesto a ayudar a su «amigo».