“Todavía el periodismo en Nicaragua existe, pero se realiza bajo la sombra de forma clandestina, ...Los periodistas se mueven con mucha cautela”, señala Cristopher Mendoza periodista de Onda Local, exiliado en Costa Rica
Hoy en el Día Nacional del Periodista, fecha instituida un 28 de febrero de 1964 en homenaje al “Diario de Nicaragua”, fundado el 1ro de marzo de 1884. En esta emblemática fecha InterTextual, celebramos y felicitamos a hombres y mujeres de prensa que en la actualidad resisten y no han vendido su conciencia al poder que reprime y violenta los derechos humanos de la ciudadanía, y censura la libertad de prensa en Nicaragua.
A casi cuatro años del inicio de la crisis sociopolítica en Nicaragua, el periodismo en Nicaragua se mantiene “firme y digno” a pesar de la represión que ha ejercido el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
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La represión y la censura a medios de comunicación independiente en Nicaragua no empezó en 2018, fue muchos años atrás. En el 2007 las cosas vinieron cambiando, cuando el gobierno de Daniel Ortega toma el poder. La información pública pasó a ser controlada, así lo decidió el gobierno, obstaculizando el trabajo de fiscalizador a hombres y mujeres de prensa.
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El 18 de abril de 2018, fue el detonante de más agresiones contra el periodismo en Nicaragua, este día inició un escenario plagado de censuras, agresiones, represión, criminalización y judicialización contra la prensa independiente.
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Periodistas empezaron a recibir amenazas de muerte, acosos en redes sociales, robos y los más cruel aún el asesinato del periodista Ángel Gahona de Bluefields en la Costa Caribe Sur, mientras cubría una manifestación, a él lo asesinan mientras transmitía en vivo para el medio que dirigía “El Meridiano”. No hay en Nicaragua quien no haya visto caer a Gahona vestido con una camiseta azul celeste, silenciarle su voz con un disparo certero en su cabeza. El gremio de periodistas independiente desde ese trágico día no descansa exigiendo justicia por su asesinato.
Desde la viva voz de quienes siguen ejerciendo la tarea de informar como un compromiso social, les preguntamos a varios periodistas ¿cómo era antes ejercer el periodismo en Nicaragua y cómo lo es actualmente?
El reportero Pablo, a quien llamaremos así por seguridad porque se encuentra en algún lugar Nicaragua, desde la clandestinidad, comenta a Intertextual que durante “las administraciones de Arnoldo Alemán y Enrique Bolaños, los y las periodistas tenían acceso para ingresar a las instituciones, incluso a tocar directamente las puertas de las oficinas de los funcionarios, para solicitar entrevistas sobre diferentes temáticas, e incluso contactarlos directamente a sus teléfonos”.
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La casa presidencial, antes del 2007, en los gobiernos liberales era visitada por periodistas buscando información actualizada, al llegar la rutina era “mostrar el carnet de periodistas para poder ingresar”. No había exclusión a medios informativos dice Pablo y añade. “En actividades públicas podías ingeniártelas para llegar hasta el presidente de turno a fin de consultar uno o varios temas. También nos citaban a conferencias de prensa”.
Antes del 2007 hombres y mujeres de prensa podían entrevistar a los servidores públicos, hasta poder cuestionarlos sobre algún tema de interés nacional.
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Cuando el gobierno de Nicaragua pasa a manos de Daniel Ortega, en el año 2007, el periodismo inicia un nuevo ciclo de restricciones recuerda el periodista, desde la clandestinidad. “Cuando los Ortegas Murillo regresaron al poder, inicialmente las entrevistas a medios independientes solo eran canalizadas por los divulgadores, había cierta presión para controlar las preguntas”.
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Las preguntas y cuestionamientos incomodaban a funcionarios públicos, pero más al presidente de turno. La situación se volvió más hostil que los mismos periodistas oficialistas obstaculizaban el trabajo del periodismo independiente, asegura nuestro entrevistado, “criticaban al independiente… Ellos hasta podían solicitar que no nos dejaran ingresar en otras actividades”, relata el periodista.
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Las puertas de las instituciones estatales se cerraban en Nicaragua para el periodismo independiente “los relacionistas públicos negaban las conferencias, decían frases como NO TENEMOS CONFERENCIAS HOY, pero en los portones de las instituciones como EL MINSA, ALCALDIA, INETER, CSE entre otros los y las comunicadores independientes mirábamos como los colaboradores de prensa de los medios oficiales ingresaban a las actividades” recuerda Pablo con mucho pesar, diciendo que se sentían “humillados”.
La censura fue al punto que la policía y el Consejo Supremo Electoral, entre otras organizaciones se daban el gusto simplemente de decir “no estás en la lista de invitados”
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La crisis sociopolítica en que ha estado inmerso el país desde el inicio del estallido social a partir del 18 de abril de 2018, llevó a los y las periodistas a demandar sus derecho de informar “ Libertad de prensa”, que se les había arrebatado desde 2007 con Daniel Ortega y Rosario Murillo en el poder: La demanda ha tomado fuerza , tanto así que el régimen utilizó tácticas para censurar, criminalizar y estigmatizar a medios de comunicación y a periodistas y llamarles, “terroristas de la información, creadores de noticias falsas”.
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En esta etapa de represión, solo los colaboradores oficiales y de medios aliados al gobierno de Ortega y Murillo tienen acceso a sus dar coberturas en instituciones públicas o funcionarios. Mientras los independientes sufren asedios, amenazas, unos ejercen desde la clandestinidad otros se han exiliado y tres periodistas están en la cárcel, entre ellos Miguel Mora, también aspirante presidencial; Miguel Mendoza cronista deportivo; Pedro Joaquín Chamorro Barrios, Cristiana Chamorro, ambos hijos del Mártir de las libertades públicas en Nicaragua Pedro Joaquín Chamorro; el comunicador Lesther Alemán, la estudiante de periodismo Samantha Jirón y el gerente de La Prensa, Juan Lorenzo Holmann, cuyas instalaciones fueron confiscadas por la Policía Nacional.
Según nos sigue comentando Pablo las coberturas durante abril del 2018 fue una decisión por amor a la profesión que implico mucho peligro.
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“Como periodista no se sabia si uno iba a regresar vivo o ileso a casa. Se trabajaba con temor de ser el blanco, y pensando en la posibilidad de pasar a la lista de heridos y lesionados”.
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El reportero, se movió en Managua, Masaya y otros territorios a la capital, cruzando los tranques, en medio de las balas que pretendían opacar la lucha de la ciudadanía que se manifestaba, recorrió palmo a palmo marchas y otras movilizaciones de civiles. Sufriendo agresiones de gente colaboracionista al gobierno de Ortega señala “la carga psicológica por ver víctimas y familiares de las mismas exigiendo justicia”, era abrumadora. “Si colaboradores sandinistas te detectaban de forma verbal te agredían por pertenecer a medios independientes “asevera.
Periodismo en el Norte del País
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Carmen una periodista del Norte del País, quien nos indicó omitiéramos su verdadera identidad para cuidar su integridad física y su libertad, para seguir ejerciendo su profesión que tanto le apasiona. También nos comentó que desde antes del 2018 había limitantes para poder informar, en su territorio, “no había acceso a la información”.
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El entorno en el que Carmen trabajaba antes del 2018 ya era bastante restrictivo comenta, “si vos llegabas a la estación de policía era muy difícil al menos en mi zona que te dieran información sobre algunos casos ya había limitantes para entrar a otras instituciones y si querías abordar casos de la niñez, o sobre violencia machista te lo impedían”. Pero el fenómeno era que aún permitían entrar a los periodistas en las instituciones, la represión no había alcanzado la censura total como se vive actualmente.
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Antes del 2018, la vida del periodista era salir a las calles reportear el acontecer del día a día, “no nos sentíamos perseguidos, asediado o inseguros” dice la periodista. Es el 2018 que, muchos hombres y mujeres han tenido que tomar medidas para evitar ser víctimas de represión, Carmen asegura que tiene miedo, pero sigue trabajando. “A muchos nos ha tocado trabajar desde casa, ahora es imposible ni siquiera pisar las aceras de una institución, se rompieron totalmente las relaciones con personas que tienen cargos públicos”.
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La negativa por parte de funcionarios públicos a brindar entrevistas, bloqueo la oportunidad de informar a la población, el periodismo no podía acceder a informes anuales o semestrales sobre el quehacer y ejecución de proyectos de las distintas instituciones del Estado a nivel nacional. La documentación publica empezó a ser oculta o destruida sobre todo en alcaldías y otras instancias del Estado. Así se fue obstaculizando el paso a la información verificada para brindar ese derecho a la población de ser informada. Esto como parte de su estrategia de “descontaminación” de la información, de parte del gobierno de Ortega y Murillo, lo que significó que desde 2009, “la ciudadanía debía escuchar exactamente lo que el gobierno quería decir”.
Para Carmen, a pesar del riesgo que implica hacer periodismo, muy segura exclama “sigo en resistencia”, a pesar de la inseguridad. “Es más difícil ahora hacer periodismo hay mucha vigilancia, el periodismo es perseguido, ya sacar un teléfono en la calle y grabar y decir que sos un periodista es un riesgo enorme, hemos recurrido al anonimato, así seguidos trabajando desde esta crisis”.
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La periodista norteña asegura que seguirá trabajando para informar a su comunidad “voy a seguir trabajando desde donde sea, vamos a continuar, pero no debemos obviar el riesgo que corremos los que a veces salimos a la calle a hacer una entrevista” finalizó diciendo.
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Entrevistamos para esta nota a dos periodistas que se encuentran en el exilio, quienes nos comentaron sus puntos de vista del antes y después del 2018 y como continúan trabajando desde el exilio.
Cristopher Mendoza Jirón, periodista de Onda local, tiene más de siete meses de haberse exiliado en Costa Rica, desde allá el periodista de investigación se encuentra laborando por mantener en la lupa de la situación del contexto de Nicaragua y denunciando la libertad de prensa y la libertad de los periodistas presos políticos, recluidos en la cárcel el chipote por hacer su trabajo de informar o de opinar entre ellos Miguel Mora dueño de 100{0f9d1c8cedb22d8cc6e225f68805c1e4d5d1de9127ed1fd149ad10870a6265ea} noticias y Miguel Mendoza Cronista Deportivo, que también es su tío.
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Mendoza, tiene más de 15 años de ejercer periodismo dice que desde 2007 se venía implementando la censura en Nicaragua. “la cosa se puso fea, pese a que gobiernos anteriores también tenía un gran interés era brindarte la menor información posible al periodismo crítico”.
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El periodista de Onda local, medio que ha abordado temas de municipalidades, dice que antes del 2007 y de la crisis del 2018, se las ingeniaban por tener en la agenda temas relevantes de interés para las comunidades, que incluso alcaldes llegaban al programa cuando se trasmitía en Radio, explica.
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“Existían algunos mecanismos que hacían posible que pudiéramos tener alguna información. Incluso teníamos acceso a platicar con alcaldes. Desde Onda Local nosotros le seguimos el pulso a las actividades municipales, podíamos hablar con autoridades municipales, podíamos hacer gestiones ante la Asamblea Nacional, los diputados llegaban a nuestro programa y hablaban, también llegaban alcaldes y vice alcaldesas y los concejales”. La información había que rebuscarla como aguja en un pajar, y ahora es “mucho más difícil”, advierte el periodista.
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La información se concentró, el gobierno de Daniel Ortega se inventó un plan macabro contra el periodismo libre, veraz y objetivo, se cerró toda puerta para acceder a la información, apunta Mendoza “El régimen Ortega Murillo empezó a comprar medios de comunicación y conciencia de periodistas y también empezó a cerrar, las entidades públicas y así el acceso a la información”.
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Rosario Murillo, la primera dama de Nicaragua, se convirtió en la vocera del gobierno de Ortega, empezó a controlar lo que se decía y no. Ella con sus comunicados a medio día en los canales oficialista, empezó a tener el control de la información oficial “por tanto hay un control de la información”.
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Antes del, 2018 ya había cierres de medios de comunicación, principalmente en los municipios, las mujeres y hombres de prensa empezaron a resentir. Algo que vulneró la sostenibilidad de medios o programas informativos fue el retiro de publicidad, cedido en totalidad a los medios de comunicación fieles al régimen Ortega Murillo, apunta el periodista.
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Para el 2018 comienza la persecución y el descrédito en contra el periodismo independiente hacer periodismo ha sido una batalla dura de vencer diario en Nicaragua, muchos periodistas se han exiliado otros están en los territorios venciendo la censura y el riesgo que implica hacer periodismo. “El régimen lo que hizo fue criminalizar, lo que hizo fue perseguir al periodismo.
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Desde el 2018 a la fecha, más de 100 periodistas han salido al exilio. Y desde el exilio obviamente es una situación compleja, dice Mendoza “no podemos corroborar la información in situ en los territorios o más bien ha había dificultad. Todavía el periodismo en Nicaragua existe, pero se realiza bajo la sombra de forma clandestina, en la cual los periodistas se mueven con mucha cautela, sin hacer su trabajo sin portar un carnet y decir que es un periodista y necesita información”.
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El periodismo sortea el peligro latente en Nicaragua para poder informar, son muy pocos los que quedan y siguen ejerciendo la profesión, Cristopher Mendoza, explica que el método que se han diseñado es “hacer una especie de periodismo infiltrado, haciendo uso de la observación y enviando todo ese material fuera de Nicaragua para que pueda ser procesado por un grupo de periodistas que nos hemos visto en la obligación de salir del país por el riesgo que hay en Nicaragua”.
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“Continuamos teniendo colegas allá (en Nicaragua), que están dispuesto a hacer su trabajo aun en las condiciones duras, 360° grados han cambiado las condiciones para hacer periodismo pese que antes del 2018, hoy en día es difícil, hoy en día es consideran para el régimen Ortega un crimen el hacer periodismo independiente de Nicaragua, pero estamos dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias” asegura el periodista exiliado.
Por su parte Héctor Rosales, periodista de Nicaragua Actual, medio que hoy cumple tres años de existencia fundado desde el exilio, por un grupo de jóvenes hombres y mujeres entre ellos. Yelsin Espinoza, Gerall Chávez, Ulises Mendieta, Héctor Rosales y Leticia Gaitán.
En una nota memoria escrita en Nicaragua Actual, describen el exilio de Héctor, cuando tomó una mochila, para emprender un viaje por senderos desconocidos lleno de temores y de sueños por cumplir, pensando que regresaría en pocos meses a su hogar.
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“Salió de Nicaragua y pasó la frontera, pensó que se iba por unos cuantos meses al exilio a Costa Rica, porque tenía la confianza y la fe de que las cosas cambiarían en el país, pero no fue así. Ya han pasado tres años desde que dejó su casa, su familia y su trabajo, pero su vida como periodista no terminó ahí con la persecución de la dictadura, él ha seguido informando de manera responsable y es uno de los fundadores de Nicaragua Actual”, dicen la nota.
Rosales comentó a InterTextual que la censura a medios independientes fue “impuesta por Rosario Murillo” la primera dama del país, quien es la vocera y ahora es la vicepresidenta reelecta de Nicaragua en unas elecciones consideradas para organizaciones de la oposición como una farsa”.
“Con esta dictadura la censura siempre ha existido, pero a raíz del 2018, las grandes violaciones a la libertad de prensa y libertad de expresión tomaron mayor fuerza”, explica el periodista de Nicaragua Actual “Las directrices de esta dictadura represiva que ha censurado a medios de comunicación , tiene en la cárcel a varios periodistas entre ellos a Miguel Mendoza, Cristiana Chamorro, esta Miguel Mora…La dictadura opresora, “tilda de creadores de noticias falsa”, a los hombres y mujeres de prensa independientes. “Y nosotros lo que hacemos es informar”, destaca Rosales.
Muchos periodistas han tenido que dejar sus hogares exiliarse, pero el gobierno no ha logrado que ellos dejen de informar, según Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN), al menos 150 periodistas han buscado refugio en otros países, por amenazas y persecuciones en contra de ellos y sus famílias. “Para los periodismos que estamos en el exilio seguimos resistiendo todos los días. No nos hemos callado hemos sido esa piedra en el zapato de esta dictadura”.
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Según la nota de Nicaragua Actual Héctor creyó que no iba a seguir ejerciendo el periodismo, tenía que buscar forma de sobrevivir en el exilio, pero su ánimo fue motivado por “ese compromiso que tenía con los nicaragüenses de poder seguir informando”.
A Intertextual el periodista nos asegura que ese compromiso está latente luchando desde el exilio por vencer la censura. “Seguimos siendo la voz de los que no tienen voz, principalmente en nuestro país. Desde el otro lado de la frontera seguimos con esa fuerza firmes y dignos en este caso derrotando la censura que intenta imponer Rosario Murillo”.
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