(EFE).- El Movimiento de Comunicadores Patrióticos de Nicaragua, integrado por periodistas que trabajan en medios estatales o sandinistas, condenaron este domingo lo que describen como «terrorismo mediático» y acusaron a los comunicadores críticos con el Gobierno de Daniel Ortega de «vulgares mercenarios», «mercaderes de la mentira» y «asesinos de la verdad».
En una proclama leída por Daniel Edmund Ortega Murillo, hijo del presidente Ortega y de la vicepresidenta, Rosario Murillo, en ocasión del Día Internacional del Periodista, los comunicadores sandinistas denunciaron «el acoso, el asedio permanente a la verdad y a las realidades de nuestra Nicaragua, desde un terrorismo mediático instalado y ejercido por vulgares mercenarios».
«Denunciamos sus criminales ataques, violatorios de la vida verdadera y de los más elementales derechos humanos», continuó Ortega Murillo, quien es el coordinador de medios del Consejo de Comunicación y Ciudadanía del Ejecutivo sandinista.
«A quienes añoran el somocismo y buscan por unos cuantos centavos y mendrugos, estúpida e insólitamente, el retorno de esa sangrienta estirpe y tiranía, nuestro más enérgico rechazo y condena», agregó.
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Toggle«Lenguas viperinas», «asquerosos trabalenguas»
En la proclama, cargada de adjetivos contra los periodistas críticos, ese movimiento también condenó «sus lenguas viperinas, sus falacias, descalificaciones, calumnias, difamación tras difamación».
«Los condenamos como agentes del odio, de la censura de la historia noble de nuestra Nicaragua; los condenamos como mercachifles miserables, como traficantes de la mentira, como bajezas, como tranquistas permanentes de la verdad», leyó el hijo de la pareja presidencial.
«Los condenamos porque son los mismos criminales al servicio del imperio y de los capitalistas salvajes, que ayer se burlaban engreídamente de todas las tradiciones y ritos de la fe del pueblo nicaragüense, y ahora son asquerosos trabalenguas de los agentes ensotanados del diablo», prosiguió.
«Ellos, los ínfimos, terroristas, tranqueros, malvados, ayer alzaban la mano para respaldar los crímenes, la quema de seres humanos vivos, la tortura bendecida por manos satánicas, con repique de campanas, mientras reportaban morbosamente sus propias fechorías, poniendo como héroes a quienes sacaban ojos, cortaban lenguas y fusilaban gente», añadió.
En la proclama, ese movimiento se preguntó qué tipo de periodismo era ese y se respondió: «Incalificable difusión de crueles, humillantes, degradantes e inhumanos tratos».
Dicen que periodistas exiliados «no pasarán»
«Ayer, como ahora, trancaban y trancan la verdad de la hidalguía de la raza nicaragüense a la que no pertenecen, por rastreros, por innobles, por brutos vendepatrias», dijo Ortega Murillo.
En el documento también denunciaron «al mundo entero la naturaleza fascista y funesta de quienes pretenden comunicar, cuando en realidad solo son mediocres, vulgares mentirosos(…) y asesinos de la verdad».
Los periodistas sandinistas se comprometieron «a ejercer la mejor comunicación posible, porque solo la verdad resplandece, es creíble, y el cinismo y desvergüenza de los tontos y maleantes va quedando clara».
«Aquí somos sandinistas, y los cobardes, los vendidos, los sin patria, no volverán, no pasarán», enfatizaron en la proclama, en la que dijeron que «la historia recogerá sus nombres en los capítulos dedicados a la infamia, a la cobardía».
«Enterrados son, y serán, todos sus propósitos. Enterrados son, la maldad, el odio, y los afanes pervertidos y bárbaros, de enfrentar a hermanos contra hermanos», señalaron.
El movimiento Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN) denunció el viernes «nuevos y más crueles patrones» de agresión por parte del Gobierno sandinista contra los periodistas nicaragüenses, lo que ha obligado a marcharse al exilio a al menos 275 de ellos.
Entre 2018 y 2023 se han cerrado al menos 54 medios de comunicación, entre ellos cinco que fueron allanados y confiscadas sus propiedades, incluido el diario La Prensa, Confidencial, 100 % Noticias y la Trinchera de la Noticia, según esa ONG.