Este jueves 11 de julio del 2024, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) conoció la situación de violaciones de derechos humanos que enfrentan de los pueblos indígenas Miskitu y Mayangna en la Costa Caribe de Nicaragua.
En el marco de la audiencia, “Pueblos indígenas de la Costa Caribe Norte y violaciones a la libertad de religión” por celebrarse en el marco del 190 Periodo de Sesiones de la Comisión Interamericana.
Las diferentes organizaciones presentaron ante las y los comisionados datos actualizados sobre la situación de violencia y represión que viven las comunidades como parte del despojo de sus territorios por parte de terceros, colonos con aprobación del Estado nicaragüense, esta es parte de la lucha que llevan a cabo los diferentes sectores sociales y políticos con el fin de poner a la vista internacional la situación de todos lo nicaragüense dentro y fuera del país.
“Esta situación no es nueva desde el 2015 los ataques en contra de las comunidades, por esta razón las organizaciones han dictado medidas de protección a favor de los pueblos Miskito y Mayangna. Sin embargo, casi 10 años después de haber dictado estas medidas, la situación continúa siendo grave y se enfrentan a un etnocidio” dijo Manuel Prado, miembro Miskitu American Organization (MAO).
Ante este contexto, el régimen continúa sin cumplir con su obligación de ejecutar la última etapa del proceso administrativo de titulación de territorios indígenas ordenado por la Corte Interamericana y previsto por la Ley del régimen de propiedad comunal de Pueblos Indígenas y comunidades étnicas, es decir, el saneamiento de 23 territorios indígenas y afrodescendientes donde se ubican 304 comunidades y que representan el 31.16% de todo el territorio nacional.
La consolidación de actividades extractivas en la Costa Caribe Norte de Nicaragua ha causado pérdida de nuestras tierras comunales, así como devastación ambiental, desplazamiento, pobreza y crisis alimentaria. “En contraste, el sector minero se ha beneficiado, recibiendo entre los años 2007 y 2022, dos mil quinientos veinticuatro millones de dólares de inversión extranjera directa, veinte veces más que en los tres gobiernos anteriores” Dijo Rendel Hebertt, líder Mayagna.
Lo expuesto, queda en evidencia el despojo, la violencia, represión y explotación ejercidas en contra de los pueblos indígenas, especialmente los pueblos Miskito y Mayangna.
“Es así que, de la mano de lo escuchado desde la voz propia de algunas de los miles de víctimas de la represión de colonos, empresas y el Estado Nicaragüense se da cuenta de la grave situación de los pueblos indígenas en la Costa Caribe Norte de Nicaragua” dijo Tsáitami Ordóñez, abogada de Raza e Igualdad.
por su parte Tininiska Rivera, joven miskita ,exiliada e hija del preso político y desaparecido, Brooklyn Rivera, expreso “Las autoridades indígenas elegidas de forma legítima han sido objeto de estos ataques, como se refleja en la detención arbitraria de dos de sus principales líderes del partido indígena YATAMA, Nancy Henríquez, condenada a ocho años de prisión y quien se encuentra en aislamiento; y mi padre, Brooklyn Rivera, de quien se desconoce su paradero desde el 29 de septiembre de 2023, incluyendo la constante vigilancia y amenaza hacia nosotros, sus familiares”
“La violencia ejercida contra las mujeres se ve ilustrada en casos recientes de femicidios ocurridos en mayo y junio en contra de tres mujeres Miskitu y una mujer Mayagna. Así, la participación de mujeres en la gobernanza y elecciones comunitarias se ve restringida por la persecución, represión y violencia sexual” explica Camila Omar, abogada de CEJIL.
Se espera que la información brindada por las organizaciones se utilice para nutrir el informe temático sobre la situación de violencia contra pueblos indígenas y afrodescendientes de la Costa Caribe de Nicaragua que la CIDH se encuentra elaborando y que continúen monitoreando y promoviendo los derechos humanos de los pueblos indígenas en Nicaragua y que, ante la gravedad de la situación emitan un comunicado, enfatizando que las violaciones se han ampliado a todas las esferas de vida de los pueblos indígenas.