Se entró al silencio electoral y nada ha cambiado en Rivas. No hubo esfuerzos de los partidos políticos por atraer votantes.
Faltan pocas horas para que se lleve a cabo uno de los procesos electorales más criticados en la historia reciente de Nicaragua. En Rivas, el ambiente que se vive es de indiferencia. Muchos desconocen el nombre de los candidatos a diputados departamentales de los diferentes partidos políticos que participarán en este proceso.
“Este año en Rivas y los demás municipios se manejó poco presupuesto para las elecciones presidenciales. Al PLI, por ejemplo, se le asignaban casi 200 mil córdobas para la campaña pero ahora se trabajó solamente con el 15 por ciento”, afirmó Alfonso Cerda, candidato departamental de este partido.
Las declaraciones dadas por Cerda se confirman al observar en las diferentes calles del municipio de Rivas la poca propaganda política y solamente se logra ver uno que otro afiche o manta de los candidatos por el PLI y el ALN. Según fuentes partidaria las demás agrupaciones no realizaron campañas electorales debido a la falta de organización y a la crisis económica del país.
Abstención ganará estas elecciones
Este año tampoco se llevó a cabo la visita casa a casa por parte de los candidatos; los mensajes que en otros tiempos electorales inundaban los medios radiales y televisivos locales de Rivas en esta oportunidad no se escucharon. Algunos lo asocian a la crisis sanitaria provocada por el Covid 19, otros a la falta de libertad para expresarse y la falta de opciones políticas.
Douglas Ulloa, ex concejal del PLC, relaciona la poca propaganda política a causa de la crisis económica del país y por la pandemia “la gente se mantiene actualmente más informada a través de las redes sociales, ahora esas son las plataformas que más se usan”, aseguró.
Tanto el PLC como ALN han sido criticados y cuestionados por haberse sumado a unos comicios que la oposición denuncia como irregulares y poco transparentes.
“Este año la población se va a abstener de votar, por lo ocurrido en el año 2018 y por la falta de credibilidad de parte del gobierno en turno”, comenta Ana María Avendaño, una señora de 60 años de edad, que piensa quedarse en casa.
Para este próximo 7 de noviembre se espera un alto porcentaje de abstención, dado que el gobierno Ortega-Murillo mantiene privados de libertad a los que serían los posibles candidatos de oposición y quienes gozaban de la aprobación de la gran mayoría de ciudadanos nicaragüenses.