Por: Redacción Intertextual contacto@intertextualcr.com
La noche de de este miércoles, al finalizar el acto de graduación de la Policía, Rosario Murillo Zambrana, vicepresidenta del país y vocera del régimen sandinista que preside su esposo, el dictador Daniel Ortega, admitió que los controversiales Consejos del Poder Ciudadano (CPC), mantienen vigilancia sobre la ciudadanía.
Murillo Zambrana demostró el temor que tiene ante un posible levantamiento de la ciudadanía en contra de su régimen, que ha sido acusado por organismos defensores de derechos humanos de cometer crímenes de lesa humanidad.
La número dos de la dictadura, dijo que en Nicaragua existe un clima de paz y que para evitar perderla, mantienen vigilancia sobre la ciudadanía, especialmente en aquellas que consideran opositores a su regimen.
“Policía, Ejército y un Pueblo que sabe vigilar además; la comunidad es protagonista de la seguridad también. Por supuesto que los cuerpos especializados, como la Policía y el Ejército cumplen sus funciones, pero la familia es protagonistas también de la seguridad”, dijo Rosario Murillo durante su intervención al finalizar el acto que se realizó de forma privada en el Centro de Convenciones Olof Palme, a pocos metros de su vivienda, en Managua.
“Mecanismo de terror” de Rosario Murillo
Por su parte, Alexa Zamora, una joven opositora en el exilio y defensora de derechos humanos en Nicaragua, reaccionó a las afirmaciones de Murillo, expresando que el régimen mantiene una “Estado de alerta y desconfianza” entre la población, que ya no puede expresarse libremente sobre la grave crisis sociopolítica que atraviesa el país desde el año 2018.
“Esto es un mecanismo de terror psicológico y que propicia la ruptura del tejido social de forma tal que los nicaragüenses ya no expresan sus inquietudes e inconformidades contra el Gobierno por el temor a que personas que los escuchen puedan ser informantes y que esto traiga consecuencia represiva como persecución policial o traiga encarcelamiento”, dijo Alexa Zamora a InterTextual.
Actualmente, operadores del régimen sandinista asedian a ciudadanos, señalados por los CPC de los barrios de ser opositores, a quienes asedian en sus viviendas dos veces al mes y les toman fotografías, con el argumento que están “bajo investigación” por supuestamente cometer el delito de “traición a la patria”.
Los operarios se hacen pasar como policías de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), para tomar fotografiís a los opositores.