Los diputaciones de Rusia prohibieron hoy por ley las adopciones de niños a ciudadanos procedentes de países donde está permitido el cambio de sexo, como España, Italia o Alemania.
«Tenemos que proteger a los pequeños que no pueden protegerse a sí mismos», dijo el presidente de la Duma o cámara de diputados rusos, Viacheslav Volodin.
Según los legisladores rusos, «varios países están intentando difuminar de forma deliberada los valores tradicionales» y su política hacia los niños «es funesta».
«Un extranjero que ha adoptado a un niño ruso puede, después de regresar al territorio de su país, cambiar el sexo, pero lo peor es que puede cambiarlo también al niño adoptado», aseveró el jefe de la Duma.
Añadió que «el proyecto de ley tiene como objetivo (…) excluir cualquier posibilidad de adopción de niños rusos por parte de representantes de las comunidades LGBT».
A la vez, agregó que en las últimas tres décadas los extranjeros adoptaron a 102.403 niños rusos.
El pasado septiembre, Anna Kuznetsova, vicepresidenta de la Duma rusa, reveló que las adopciones en Rusia por parte de extranjeros habían cesado por completo.
«Durante siete años los extranjeros adoptaron 699 niños rusos. Entre 2018 y 2019 hubo 529 niños (adoptados) y entre 2020 y 2022, 164 niños», afirmó Kuznetsova, antigua Defensora del Menor en este país.
Agregó que en 2023 fueron dados a adopción en el extranjero seis niños y este año «el proceso se paró por completo».
Las autoridades rusas comenzaron a endurecer en 2011 los requisitos de adopción para países que habían legalizado el matrimonio homosexual.
Hoy, martes, en la Duma fue aprobada también una ley para castigar la propaganda de la ideología ‘childfree’, que busca reconocer el derecho de las mujeres a no tener hijos.
Estas medidas buscan revertir la drástica caída de la natalidad en este país hasta los niveles de 1999, relacionada tanto con la incertidumbre causada por la guerra como por el «agujero demográfico» en el que se encuentra Rusia al alcanzar la edad fértil las mujeres nacidas en los 1990, cuando también se registró una brusca caída de nacimientos.