,Monseñor Rolando José Álvarez Lagos, obispo de Matagalpa y administrador apostólico de la diócesis de Estelí, a través de un video anunció a la feligresía católica que ha sido víctima de persecución y asedio al igual que el padre Harvin Padilla de Masaya y el padre Uriel Vallejos de Matagalpa.
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En el video Monseñor Álvarez denunció que ayer 19 de mayo sufrió persecución por policías, “hoy he sido perseguido durante todo el día por la policía sandinista …Al final de la tarde encontrándome en la casa de mi sobrina, he ido directamente a preguntarle a los oficiales de la policía porqué me persiguen y me han informado que ellos obedecen órdenes”.
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Monseñor, había visitado la casa de la sobrina a cenar, les pidió que dejaran de perseguirlo, pero la respuesta fue alarmante y preocupa al líder ,católico. “Entraron en mi círculo de privacidad familiar llegaron a mi casa privada paternal, maternal poniendo en riesgo la seguridad de mi familia”, sostuvo el Obispo.
La medida de seguridad por el momento del monseñor para proteger a su familia y sentirse más seguro fue regresarse a la Parroquia de Santo Cristo de Esquipulas en las Colinas (Managua) donde Monseñor Carlos Avilés lo ha acogido como huésped.
Monseñor Álvarez inicia ayuno indefinido
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“Comienzo un ayuno de agua y suero indefinido hasta que la policía nacional a través del presidente de la conferencia episcopal o del vicepresidente únicamente me hagan saber que van a respetar mi circulo de privacidad familiar.” Expresa monseñor.
Según la persecución contra el líder católico es “por seguridad” le dijeron policías, “pero ya sabemos la inseguridad de este país es precisamente la policía, es decir lo que nos hacen sentir inseguro con esa persecución son ustedes hermanos policías.” aseguró Monseñor Álvarez.
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En el video también hizo la invitación a quienes se quieran unir al ayuno, con oraciones y cantos. “Yo estaré en oración haciendo exorcismo aquí, estaré orando ante El Santísimo, estaré celebrando la eucaristía elevando mis súplicas al señor para que pueda cesar esta situación de hostigamiento durísima y cruel para todos nosotros.”
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Durante días, desde el 14 de mayo el padre Harvin Padilla párroco de la Iglesia San Juan Bautista de Masaya, también ha sido víctima de amenaza y hostigamiento por parte de la policía que se ha apostado en las afueras de la iglesia, al medio digital ,articulo 66 en una entrevista les dijo. “Quiero saber por qué están ahí y por qué un paramilitar desde ayer vigila la iglesia si aquí lo que se hace es celebrar la santa misa y formación pastoral.” Días después le dijo al mismo medio independiente ante la presencia de agentes de antimotines y el asedio permanente “han cerrado muchas instituciones de derechos humanos que están del lado del pobre, los marginados, de los ancianos, ahora siguen con la iglesia” dijo en la entrevista.
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El miércoles 18 de mayo miércoles, el párroco Uriel vallejos de la iglesia Divina Misericordia en Matagalpa, denunció asedio por policías mientras se encontraba en la Nunciatura apostólica en Managua.
El padre Uriel Vallejos desde la crisis que inició en abril 2018 ha sido víctima de represión, así como otros sacerdotes católicos de Nicaragua, en una entrevista a una revista católica señaló que el gobierno cuando vio que los sacerdotes denunciaban las violaciones de derechos humanos y los ataques de paramilitares, empezó a atacarlos con más fuerza, “persiguiendo a muchos sacerdotes y obispos, empezando por el mío, monseñor Rolando Álvarez Lagos, monseñor Silvio Báez, que se fue al exilio, monseñor Abelardo Mata y monseñor Enrique Herrera Gutiérrez, presidente de la conferencia episcopal nicaragüense.
Pero sobre todo contra nosotros, los sacerdotes de aquí, porque estamos en el epicentro de la masacre. Los sacerdotes de la zona nos pusimos entre las balas y la gente, y a partir de ahí la represión se intensificó. Chantajes escritos, amenazas y la persecución de Ortega contra los sacerdotes y algunos obispos están a la orden del día. Intimidaciones, vigilancia de las homilías, grabaciones de los sermones… incluso han enviado a policías vestidos de civiles para ver quién viene a misa, qué dice el cura, una situación muy dolorosa en la que todavía estamos inmersos.” Relató el sacerdote vallejos.
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Monseñor Silvio Báez, obispo de la Arquidiócesis de Managua, exiliado en Miami y hospedado en la iglesia santa Ágata señaló, que el poder de Jesús protege al pueblo.
“La mano de Jesús, que sostiene a la iglesia, es más fuerte que las calumnias y la persecución que se desatan contra ella. La iglesia puede parecer débil pero no lo es, no tengamos miedo”, aconsejó Báez.
Monseñor Silvio Báez ante la denuncia del Monseñor Álvarez se solidarizó ante la denuncia pública. “Le ofrezco mi solidaridad y mi cercanía fraterna a mi hermano, Mons. Rolando Álvarez, Obispo de Matagalpa, quien está siendo hostigado por la Policía. Me uno a su oración, pidiéndole al Señor que lo proteja y le conceda la fortaleza de su Espíritu,” escribió en Facebook.
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Por su parte la Comisión de la Justicia y Paz de La Arquidiócesis de Managua extendió un mensaje donde citan, “Yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y ni siquiera el poder de la muerte prevalecerá contra ella (Mateo 16,18)”.
La misiva expresa su solidaridad con los sacerdotes que están sido objeto de represión asedio y hostigamiento, por cumplir con su misión en la iglesia. “La Iglesia siempre está presente en nuestras alegrías y también en nuestros duelos, enfermedades, pobreza, ausencias, soledad, temores y privaciones. Nos fortalece, pero su fuerza no está en el poder humano, que es temporal, ni en los bienes materiales, que son efímeros, sino en el poder de Dios que nos da el Espíritu Santo.”
Fiel al mandato del señor la iglesia católica en Nicaragua asegura que seguirán denunciando las estructuras sociales del pecado y acompañando al pueblo “La misión de la Iglesia siempre provocará contradicciones en este mundo donde junto a la luz también existe la oscuridad del mal.”
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El comunicado deja ver la preocupación por la situación actual del país, y llaman a la oración. “Nos preocupa la situación del país que amamos como hijos de Dios, como nicaragüenses y cristianos. Nos unimos en oración para que Dios transforme los corazones duros en corazones sensibles, con amor al prójimo, libres de sentimientos que impiden la normalidad que conduzca a una auténtica paz social. Que prevalezca en todo el amor, el perdón y la misericordia en la búsqueda del bien común, practicando los principios cristianos.”