Hace tres años, Taylor comenzó a convertirse en un embajador cultural a través de la preparación de comidas y postres tradicionales dentro de la población afrodescendiente, las cuales ofrece dentro de su grupo social y amistades.
Por: Redacción Intertextual/ contacto@intertextualcr.com
Nacido en Managua, descendiente de una familia afro de Bluefields en el caribe de Nicaragua, Sean Taylor comparte sus raíces y cultura a través de la gastronomía con las personas del pacífico nicaragüense, en donde se enfrenta a una población que aún sigue sin comprender que el país es pluricultural y plurilingüe.
Para Sean, ser afrodescendiente en la capital es un reto al cual se debe de enfrentar todos los días. En sus inicios del colegio recuerda las preguntas constantes de los otros niños sobre su físico, preguntas sobre su color de piel, la forma del cabello o el grosor y tamaño de sus labios, acompañado de su acento particular.
“Toda mi vida mamá me decía que yo era especial, que yo vengo de un lugar de África, traído por los ingleses”
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Taylor, al salir de casa se enfrentó a la realidad que ofrece la educación de la población en la capital, de la cual muchas veces recibió ofensas con frases como “ahí va el negrito hediondo a coco”, frase que lo confundía, ya que el olor característico del coco para él es un aroma agradable. Los comentarios no generaron en él algún actuar agresivo para defenderse, por el hecho de que en su familia aprendieron a mantenerse al margen de sus expresiones, para evitar que creyeran que por ser negros tenían alguna actitud grosera o se malinterpretara alguna expresión.
¿Por qué soy así?
El racismo y clasismo vivido en su niñez y adolescencia llevaron a Sean a cuestionarse sobre sus rasgos característicos cuando cursaba secundaria; ¿Por qué soy así? ¿Por qué tengo este pelo difícil de manejar?, ¿por qué tengo este acento?, ¿por qué como de esta manera y ellos de otra?
“Cuando yo lo comente a mis padres me ayudaron a valorar mis raíces porque somos una gente fuerte” agregó.
Taylor comenzó desde ese momento a valorar su historia y a sus descendientes, siendo el apoyo de sus padres el principal pilar para lograr comprender la historia afrodescendiente en Nicaragua.
“No me siento triste por ser negro, este color me representa como parte de este país multicultural” comentó.
El baile como forma de expresión
Dentro de su casa la música y comida afro nunca ha hecho falta, desde las notas de reggae hasta el tradicional patty lo encuentra diariamente, siendo esto un medio para expresar sus sentimientos y un medio para mantener vivas las luchas y tradiciones de sus ancestros.
“Yo tengo una perspectiva de que el baile y la cultura es de libertad, de poder ser quienes son, de sentirte humano” agregó.
En el particular caso del tradicional baile del “palo de mayo” Taylor siempre que le pregunta sobre la forma de bailarlo, su respuesta es “siendo uno mismo” resaltando que en la Costa Caribe el baile se hace con los sentimientos que pasan por el cuerpo al momento de escuchar la melodía.
La comida también forma parte de esta expresión cultural dentro de la población afrodescendiente, teniendo ciertas diferencias como el, Rice and beans, esta comida es conocida en el pacífico como gallo pinto, sin embargo, en la Costa Caribe la receta tiene una variedad, intercambiando el aceite por la leche de coco.
Existan también dentro de la comida tradicional afrodescendiente algunas recetas que no son aceptadas, como por ejemplo del Rondón hecho con carne de tortuga, siendo este uno de sus principales ingredientes, en el pacífico el consumo de este animal está prohibido, siendo solo la Costa Caribe la zona en donde si es permitido su consumo.
Afrodescendiente y nicaragüense
Para Sean, no fue hasta el año 2019 en donde logró sentirse nicaragüense, puesto que durante toda su vida ha visto como las diferencias entre el caribe y pacífico se encargan de dividir a su población.
“La historia no es compartida” agregó, refiriéndose a la conquista por parte de los españoles y los ingleses.
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Para Taylor, en el pacífico no se está acostumbrado a reconocer que el Caribe también forma parte de Nicaragua, sin embargo, no abandona las esperanzas de en un futuro esta barrera se pueda superar y aceptar las diferentes culturas e idiomas que pertenecen a Nicaragua.
Un embajador cultural
Hace tres años, Taylor comenzó a convertirse en un embajador cultural a través de la preparación de comidas y postres tradicionales dentro de la población afrodescendiente, las cuales ofrece dentro de su grupo social y amistades.
La cocina siempre despertó en él una pación particular y fue en ella en donde encontró su modo de poder aportarle a la sociedad un poco de su historia y lucha que comparte con sus antepasados.
Desde “Sean’s Bakery”, un negocio familiar, se encarga de realizar platillos como el Plantain Tart, Bon, Coco cake, criminal, patty, journey cake, coconut bread y banana cake, entre otros.
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En este sector también se ha encontrado retos como lo que él llama “el privilegio blanco”, siendo este el trato preferencial que le brindan a las personas de piel clara en el país en empresas como los bancos a la hora de acceder a un préstamo para emprendedores, estando presente el color de piel como una barrera para acceder a algún financiamiento.
A pesar de esas barreras, sean se mantiene optimista en su negocio y su diario vivir, expresando con orgullo sus raíces afrodescendientes y sus principales características que los definen como parte de la población culturalmente diversa en Nicaragua.