El despojo histórico de sus tierras que durante años han sufrido los pueblos originarios de Nicaragua y Costa Rica, es uno de los problemas que más les afecta en la actualidad, los gobiernos de ambos países no han buscado alternativas para involucrarlos en políticas y planes de gobiernos, tampoco han aplicado las leyes que les favorecen y por derecho tienen como pueblos originarios, a pesar de sus demandas no se ha logrado realizar ninguna incidencia y ya están sufriendo afectaciones en la seguridad alimentaria.
El reconocimiento legal de sus territorios es una problemática actual, su arraigo con las tierras y el cuido del medio ambiente es algo ancestral, parte de su cultura y costumbres, pero desde hace varios años la lucha por la conservación de los territorios ha sido invisibilizada por el mismo Estado, han presentado demanda por la invasión de personas que llegan a sus comunidades para destruir los recursos, el Estado se ha negado a escucharlos.
“Nosotros realizamos prácticas amigables con el medio ambiente porque sabemos que es nuestro deber cuidar nuestra madre tierra, pero han llegado personas a destruir, el rendimiento de las cosechas ya no son las mismas los suelos están desgastados, sembrar se nos hace más difícil” dijo a Intertextual Byron Reyes un comunitario de uno de los territorios indígenas de Costa Rica.
En las comunidades las mujeres desempeñan roles muy específicos que tienen que ver con labores agrícolas ya que son las mujeres las que heredan las tierras, realizan huertos en los hogares, también mantienen plantas medicinales que ayudan a cuidar la salud entre los mismos comunitarios.
“Ahora ya no podemos ni siquiera sembrar la tierra para obtener alimentos , mas que todo los bastimentos, tenemos serios problemas con la seguridad alimentaria en nuestras comunidades” refirió Doris Ríos, comunitaria indígena costarricense.
Ante esta difícil situación que enfrentan los pueblos originarios, diferentes organizaciones de la sociedad civil en Costa Rica han venido realizando esfuerzos para dar a conocer ante la sociedad la cruda realidad que enfrentan las comunidades indígenas y que poco a poco el acceso a los servicios básicos y derechos esenciales de las personas como la salud, vivienda y alimentación, son cada día más deficientes
Pueblos Originarios obligados a migrar a la cuidad
Las personas se han visto obligados a migrar de las comunidades a la ciudad para buscar alternativas de sobrevivencia, porque en su lugar de origen es cada día más difícil, aunque no ha sido nada fácil porque se encuentran con un sinnúmero de barreras, entre ellas la adaptación a nuevas costumbres y culturas, a nuevas formas de trabajo, ya que ellos y ellas están acostumbradas las labores de agricultura.
“A nosotros como indígenas nos cuesta acostumbrarnos a la vida que llevan en la ciudad en el caso de las mujeres cuando trabajamos en casas nos cuesta porque la comida que ellos comen, no es la misma que nosotros, pero tenemos que aprender, el caso de las mujeres miskitas se hace bastante problema el idioma” expreso Anelia Williams, una mujer indígena de Costa Caribe Norte de Nicaragua.
Hombres y mujeres de 30 comunidades indígenas de Costa Rica se han visto obligados a migrar en su mayoría a la ciudad por que sus territorios han sido invadidos, algo similar sucede en Nicaragua donde los colonos se han apropiado de sus territorios obligándolos a migrar a países vecinos como Costa Rica y Honduras para buscar mejores opciones de vida para ellos y sus familiares, porque la violencia y la carencia impera en sus comunidades.
Las dificultades que enfrentan las comunidades de los pueblos originarios a nivel mundial son difíciles, en cuanto a la seguridad alimentaria tomando en cuenta que ellos producen sus propios alimentos, pero la contaminación y el desgaste del suelo ha provocado daños en las siembras, a esto se suma la deforestación, las quemas y la sequía, por esta razón ya no cuentan con semillas para continuar las siembras y el resultado es impacto negativo en la seguridad alimentaria.