El periodista y escritor en sus libros habla de la migración, con la necesidad de dar a conocer que los migrantes pueden llegar a ser grandes en otra nación y cumplir sus metas.
Por: Redacción Intertextual/ contacto@intertextualcr.com
Stalin Lenin Andino nació en la ciudad de león, Nicaragua, rodeado en un interés muy particular por los volcanes; sin embargo, la vida lo llevó a estudiar una carrera lejos de los gigantes de material fragmentado y corrientes de lava.
Con la disciplina como principal característica, Stalin comenzó a estudiar la carrera de periodismo, en donde afinó su pasión e interés por la escritura y de la cual a la fecha no se arrepiente de haberla estudiado.
Comenta que al principio no sabía qué carrera estudiar, le gustaba la carrera de trabajo social, así como la vulcanología, sin embargo, por “cuestiones de la vida” eligió la carrera de turismo y hotelería, en la cual estuvo durante un año hasta que se dio cuenta de que “no era lo suyo,” hasta que decidió optar por su carrera principal, el periodismo.
“Decidí estudiar periodismo, y no porque me atrajera la fama o estar frente a una cámara, deseaba aprender más sobre redacción y encaminarme a ese mundo” agregó.
Con el corazón en Nicaragua
Mientras trabajaba para una ONG en Nicaragua, Andino aplicó a un trabajo en Estados Unidos, del dual recibió una respuesta positiva, teniendo que preparar su visado para emprender su viaje al norte de las Américas, motivado con el sueño de alcanzar más éxitos fuera de Nicaragua.
A pesar de estar lejos de su patria, Stalin asegura que su corazón siempre está en su hogar, Nicaragua. Por esa razón, siempre que tiene la oportunidad de regresar para visitar sus raíces, no la piensa dos veces y trata de hacerlo cada año por lo menos una vez.
Andino reconoce que su migración no fue fácil, para el uno de los retos a los cuales se enfrentó fue “dejar todo atrás” para “empezar de nuevo” como la familia, amistades, etc. Sin embargo, asegura que esa despedida lo hizo más fuerte y decidido para seguir trabajando en sus metas.
“Creo que el humano tiene esa habilidad de adaptación, y no me resultó difícil estar en un país con una cultura e idioma distinto al mío” aseveró.
En su llegada a Estados Unidos, Stalin no presentó problemas con el idioma debido a que ya lo dominaba, lo que le ayudo a “desenvolverse”, sin perder sus sueños de escribir un libro, meta que se había propuesto cumplir, estando o no en Nicaragua.
Migrante en alquiler: un sueño alcanzado
El momento de publicar su primera obra “migrante en alquiler” llegó a la vida de Stalin, su sueño de tener su primer libro con su sello y esencia estaba hecho realidad, pero más que un libro Andino, lo que trabajo en su obra fue la historia viva de la migración y sus retos, logrando servir de altavoz para los migrantes que sueñan con compartir sus historias.
“Como migrante, me siento en la necesidad de dar a conocer que los migrantes pueden llegar a ser grandes en otra nación, cumplir sus metas” añadió.
Migrante en alquiler cuenta la historia de un joven nicaragüense que se vio obligado a huir de los maltratos de su abuela para reencontrarse con su madre en Costa Rica, sin imaginar que debía vencer otros obstáculos para poder encontrarse a sí mismo y perdonar a quienes le hicieron daño. Para Andino esta es una historia de perseverancia, “de saber enfrentarse al mundo con la frente en alto, aunque tengas que pasar por fuego”.
En Nicaragua su lanzamiento fue recibido de buena manera, con presentaciones en León y Managua bajo la compañía de amigos y familia, logrando la venta de todos los libros en físico y asegura que todavía hay personas que siguen ordenándolo en Amazon, ya que es una publicación independiente.
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Una segunda obra
Lirios de fuego es su segunda obra lanzada a inicios de 2023, con un costo de más de un año para poder finalizarla, la cual ya se encuentra disponible en Amazon de forma física y digital.
La obra realza el papel de la mujer migrante nicaragüense, sobreviviente de femicidio, que pasa a ser de víctima a ejemplo de cambio para todos. Si bien, se vio obligada a someterse a los rigores del viaje desde Nicaragua hasta EEUU en calidad de indocumentada, siempre tuvo presente que no quería ser más una víctima del machismo, sino empoderarse para crear un club de mujeres que pondrían un alto a estos abusos y traer la justicia a las mujeres maltratadas por los hombres.
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Con esta segunda obra culminada, Stalin se prepara para poder comenzar un tercer proyecto literario para seguir compartiendo el mensaje de empoderamiento para la comunidad migrante en Estados Unidos y el mundo, alternando su trabajo como escritor con el oficio diario de educador en una escuela primaria en EEUU donde escribe artículos educativos de la materia de estudios sociales.
“Nunca dejen que nadie pisotee sus sueños, ni que les digan que no podrán lograrlo” finalizó.