(EFE).- Al menos 151 opositores y críticos del Gobierno que preside Daniel Ortega en Nicaragua se encuentran en las cárceles del país centroamericano, denunció este martes 6 de agosto, el Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas.
De las 151 personas reconocidas como presas políticas hasta el 31 de julio pasado, 25 son mujeres y 126 hombres (incluyendo diez detenidos previo a la crisis de 2018), precisó en un informe ese mecanismo, cuyos datos son avalados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Entre el 1 y el 31 de julio de 2024 se registraron al menos 13 detenciones arbitrarias motivadas por persecución política, indicó la fuente.
«Durante el mes de julio, la represión contra periodistas y medios de comunicación se ha intensificado considerablemente», alertó el Mecanismo, conformado por organizaciones de derechos humanos, de familiares de personas presas y excarceladas políticas, además de abogados defensores.
«Varios periodistas han sido arrestados y otros tantos han sido forzados al exilio, en un intento del gobierno por silenciar las voces críticas», agregó.
Según ese organismo, la práctica de desapariciones forzadas ha empeorado, con casos de personas cuyo paradero es desconocido durante más de seis meses.
«Las familias de estos desaparecidos han sido privadas de cualquier información sobre su situación, lo que agrava su angustia y desesperación», añadió.
Por otro lado, de las 151 personas que están privadas de la libertad, 25 son adultos mayores con enfermedades crónicas.
«Estas personas enfrentan la negación de atención médica y son sometidas a torturas psicológicas, encontrándose en un estado de alta vulnerabilidad», advirtió el Mecanismo.
La lista de «presos políticos» incluye a los exdiputados indígenas miskitos nicaragüenses Brooklyn Rivera y Nancy Elizabeth Henríquez James; el periodista Víctor Ticay, colaborador del Canal 10 de la televisión nicaragüense; el filósofo, sociólogo y catedrático Freddy Quezada; la excarcelada opositora Olesia Auxiliadora Muñoz Pavón, el dirigente estudiantil Jasson Salazar, entre otros.
Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, que se acentuó tras las controvertidas elecciones generales del 7 de noviembre de 2021, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato y cuarto consecutivo, con sus principales contendientes en prisión y a los que luego expulsó del país y les privó de su nacionalidad y de sus derechos políticos tras acusarlos de «traición a la patria».