Calla una voz que por 13 años se oyó en Radio Corporación. El corresponsal de Masaya que denunció la represión en su ciudad falleció por sumersión a pocos días de celebrar su cumpleaños 38. Su familia y sus compañeros de trabajo están destrozados.
El periodista Yilber Idiaquez Silva será enterrado hoy, un 10 de abril, la misma fecha en la que nació hace 38 años. El comunicador pereció en un centro recreativo en Ticuantepe el lunes último. Entre otras cosas, es recordado como el periodista que hace seis años, hizo una revelación escalofriante que acusaba al régimen Ortega-Murillo: los represores ofrecían pagar por la cabeza de varios periodistas, él entre ellos.
Lo que sería una fecha especial en su casa, se ha convertido en un día gris, un día de luto. El periodista trabajó por 13 años para Radio Corporación, una estación opositora al régimen. Se desempeñaba como corresponsal de Masaya y durante la represión desatada, tras las protestas de abril de hace seis años, fue perseguido.
Lea: El periodismo en Nicaragua se volvio “incognitos o de catacumba”, refleja informe
El valiente Idiaquez Silva, junto a los directores de la estación radial denunciaron el 16 de agosto de 2018 en la entonces Comisión Permanente de Derechos Humanos, CPDH, que el dictador Ortega ofreció hasta 5 mil dólares por la cabeza de los periodistas que informaban sobre las masacres.
El nombre del periodista estaba en la lista de a quienes el régimen le había puesto precio a “su cabeza”, por lo que tuvo que esconderse en varias casas de seguridad. El periodista será sepultado esta tarde en el cementerio municipal de Nindirí, en el departamento de Masaya.
Indice
TogglePeriodista de Masaya reportó la represión
Idiaquez Silva reportó para la radio lo que pasó en Masaya en aquel abril difícil, después de las protestas antigubernamentales. Destacó por sus reportes inmediatos y en tiempo real, que la estación difundió. La voz del periodista describió el ambiente represivo y la resistencia ciudadana que reclamaba por los abusos de Ortega y Murillo.
A raíz de las amenazas que recibió por esos reportes, el periodista tuvo que dejar la vivienda donde habitaba junto a su madre y esconderse para salvaguardar su vida. Hasta su deceso hace tres días, se encontraba en el país y ejercía con mucho cuidado su corresponsalía.
“Las amenazas vienen desde que iniciaron las protestas y la represión el 18 de abril. Desde un primer momento me identificaron que era de este medio de comunicación (Radio Corporación) y tuve que refugiarme en una casa aproximadamente unas 5 horas, después continuaron las amenazas por Facebook, y me dijeron que me iban a encontrar, que mi iban a agarrar, que me iban a silenciar”, denunció Idiaquez Silva en aquella conferencia de prensa en la CPDH.
Lea: Informe refleja aumento en la autocensura en periodistas en Nicaragua
En ese momento, Idiaquez Silva aclaró que él no era una amenaza y que no cometía delito alguno con su trabajo. “Nuestra única arma es nuestra cámara, nuestra grabadora, nuestro teléfono, una libreta y un lapicero para salir a las calles y entrevistar a la gente para informar”, se defendió.
Alegre y muy querido
Extrabajadores de Radio Corporación que compartieron micrófonos con Idiaquez Silva, lo recuerdan como una persona que se dio a querer, de buen humor todo el tiempo y dispuesta a apoyar a quien lo necesitara.
“Me ha dado pesar la muerte de él. Lo recuerdo como un hombre bromista y dispuesto a servir sin esperar nada a cambio. Él siempre tenía sentido del humor, será difícil olvidarlo”, comparte un excompañero de trabajo.
“Siempre que había un problema de cobertura, ahí estaba Yilber buscando como resolver. Siempre tenía algo que informar y desde su programa mostró cercanía con sus oyentes. Él dirigía los sábados un programa de ganaderos, era un buen profesional y le apasionaba lo que hacía”, dijo por su lado otra excompañera de labores que ahora se encuentra en el exilio.